Tierra de Pazos.
En cuanto a los pazos, o palacios, son varios los que nos podemos encontrar paseando por sus calles. Pero de entre todos ellos hay uno que destaca con luz propia. Es el Pazo de Fefiñans. Enclavado en una bella plaza, junto a la Iglsia de San Benito, su recia construccción ricamente decorada es, sin duda alguna, la imagen más fotografíada de toda la ciudad. Si deseáis pasear por las salas de un pazo, cuan acaudalado señor decimonónico, siempre podréis hospedaros en el Parador de Turismo que está instalado en el solariego pazo de Bazán.
La historia de Cambados llega mucho más lejos de la época en la que los hombres acaudalados se construían los ricos pazos. Uno de los episodios históricos que dejaron huella lo protagonizaron navegantes normandos que ocasionalmente se aproximaban a estas costas por lo que sus habitantes debieron de protegerse mediante recias fortficaciones. Restos de una de estas fortificaciones es la torre de San Saturnino cuyas ruinas desafían vertiginosamente las agas de la ría.
Si pretendéis visitar esta bella localidad gallega, el mejor consejo que os puedo dar es que intentéis, por todos los medios, hacer coincidir vuestra visita con la fiesta del albariño. Ésta se celebra a principios de agosto y tanta es su fama y solera que ha sido declarada deInterés Turístico Nacional. En ella podrás acompañar al rico albariño con cualquiera de los muchos y variados prductos que ofrece al comensal la deliciosa gastronomía gallega.
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