Aires medievales a los pies del palacio.
Al oeste de la provincia de Toledo, junto a la carretera que une Madrid con Extremadura se yergue altiva y orgullosa la villa medieval de Oropesa. Desde la autovía el viajero percibe la monumentalidad de la villa a través de la estampa recortada sobre el horizonte que ofrecen el castillo y el Palacio Ducal, transformado este último en Parador de Turismo. Cuando uno lee los folletos turísticos descubre que el Parador de Oropesa presume de ser el primero en establecerse en un edificio histórico. Ante semejante imagen, no resulta fácil resistirse a la tentación de ascender por la serpenteante carretera hasta el corazón de esta villa toledana.
Vista desde la autovía del conjunto del palacio y castillo de Oropesa. |
El Palacio Ducal y los castillos, que son dos, el Nuevo y el Viejo, son tres construcciones diferentes, si bien, a la vista del viajero forman un conjunto único en el que resulta complicado distinguir un edificio de otro. El Palacio Ducal, en el que como se dijo anteriormente está instalado el Parador de Turismo, era la residencia de la familia de los Álvarez de Toledo. A continuación se levanta el Castillo Nuevo, del que destaca la magnífica Torre del Homenaje. Por último, cerrando este conjunto compacto, se identifican los muros del Viejo Castillo de origen Árabe.
Oropesa ofrece varios edificios de interés. |
Para no perder detalle, se puede iniciar el recorrido por la villa en el punto de información turística, enclavado en el antiguo hospital de San Juan Bautista, a mitad de camino entre la plaza Mayor y el Parador de Turismo. Allí ofrecen la información imprescindible para conocer a fondo el patrimonio artístico de la localidad. No obstante, a través de unas bellas indicaciones, por supuesto de cerámica, puedes recorrer los puntos de mayor interés del pueblo.
Los restos de la vieja muralla, la Plaza Mayor con su singular Torre del Reloj, el Pasadizo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la capilla de San Bernardo y el colegio de los Jesuitas son muestras significativas de la prosperidad que alcanzó el lugar siglos atrás.
Animadas terrazas de la Plaza Mayor de Oropesa. |
Si además de visitar la villa de Oropesa quieres disfrutarla con todos los sentidos, es recomendable acercarse a ella en el mes de abril, coincidiendo con la celebración en este bello municipio de unas jornadas medievales. Es en esos días cuando el pueblo se engalana para recordar sus orígenes medievales a través de los más variados actos lúdico-culturales.
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