La cara de la provincia de Burgos que aún no conoces.

Patrimonio, cultura, ...y gastronomía.

Logo de la Cara de Burgos.

Son muchas las razones que uno tiene para visitar la provincia de Burgos y cualquiera de ellas, por sí sola, haría que mereciera la pena para realizar un viaje hasta esta provincia castellana. Quizá una de las más conocidas sea la espectacular Catedral Gótica de la capital, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. También cuentan con este mismo reconocimiento el Camino de Santiago, que cruza toda la provincia, y el Yacimiento de Atapuerca, todo un libro por explorar sobre los orígenes de la humanidad. Pero Burgos, con su cara amable, nos ofrece mucho más: arquitectura popular, paisajes y, por supuesto, gastronomía.

Catedral de Burgos.

Lerma, con su magnífico palacio ducal convertido en Parador de Turismo, Aranda de Duero, con la imponente iglesia de Santa María y su bodegas, Covarrubias, con ese presioso casco urbano repleto de fachcadas de entramados de madera, el Monasterio de Silos, cuyos cantos gregorianos se convirtieron en top ventas hace unos años, Castrojeriz, hito relevante del Camino de Santiago son solo algunos de los lugares de visia imprescindible para cualquier viajero.

Interior de una bodega de Aranda de Duero.

Pero a Burgos se va también a comer, y no solo su famosa morcilla. Baste decir que la ciudad ha sido declarada Capital Española de la Gastronomía 2013. A partir de una iniciativa organizada por la Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET), de la que formamos parte, un jurado formado por once personalidades de la gastronomía y el turismo ha concedido a la capital burgalesa tan singular distinción.

Interior del palacio Ducal de Lerma, Actual Parador de Turismo.

Y hablando de gastronomía y de la provincia de Burgos, cómo no citar las Jornadas de lechazo asado que cada mes de junio congrega en torno a los figones de Aranda de Duero a los amantes de tan delicioso asado. ¿Y que decir de sus vinos, ya sean bajo las Denominaciónes de Origen de Ribera del Duero o la de Arlanza. Y las cerezas y manzanas del valle de Calderechas, protegidas con marca de Garantía, como también lo está la lechuga de Medina. En definitiva, una gastronomía basada en los productos de calidad de una tierra de gente amable.

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