Capital de la comarca del Matarraña.
Valderrobres, Teruel. |
Al noreste de la provincia de Teruel, casi pegando con Cataluña, se encuentra la localidad de Valderrobres. Sus más de 2000 habitantes nos hacen pensar que su patrimonio ha podido quedar un tanto transformado en pro de una modernidad no muy bien entendida, como ha sucedido en tantos otros lugares. Pero nada más lejos de la realidad. Si tomamos como eje el río Matarraña, vemos que al sur del mismo, en lo que antaño fue el arrabal, la población ha crecido perdiendo, como intuíamos, parte de sus señas de identidad. Pero si cruzamos el río nos encontramos ante un hermoso dédalo de calles medievales perfectamente conservadas que configuran un pueblo al que muy bien podríamos incluir entre uno de los más hermosos de España.
Valderrobres es la capital de la comarca de Matarraña, y éste es precisamente el río sobre el que asoman, mostrando una fotogénica estampa, las casas de la parte vieja de la localidad. A partir de ahí, el caserío va trepando por una empinada ladera hasta llegar a la Iglesia de Santa María la Mayor y, finalmente, el castillo, que corona y preside todo el casco urbano.
Vista general de Valderrobres, Teruel. |
Aunque no es el único acceso al casco histórico, recomendamos, tras dejar el vehículo en los aparcamientos habilitados junto al río, llegar hasta el puente de piedra. Desde allí, a través del puente medieval que con sus tres arcos ojivales salva el cauce del río, llegamos al arco de Bergós, o San Roque. Tras cruzarlo el viajero se siente transportado a otra época.
Calle de Valderrobres, Teruel. |
Una de las construcciones que primero llama la atención es el ayuntamiento. Es un palacio renacentista en la que se perciben elementos muy característicos de la comarca. Este singular edificio fue reproducido en el Pueblo Español en la Exposición Universal de Barcelona de 1929.
Pese a la singularidad de la Casa Consistorial, son la Iglesia de Santa María la Mayor y el Castillo del Arzobispo los edificios más conocidos de Valderrobres. Ambas construcciones, aunque son dos edificios diferentes, hay que considerarlas como un conjunto único. De hecho, parece ser que han estado comunicadas interiormente. Ambas hay que encuadrarlas en el estilo gótico.
Puente de piedra sobre el río Matarraña en Valderrobres, Teruel. |
Más allá de la importancia de los edificios indicados anteriormente, Valderrobres se debe visitar pausadamente. Es necesario recorrer sus calles empedradas, y muy empinadas, para ir descubriendo los infinitos detalles que nos ofrecen las fachadas nobiliarias. Hay que detenerse en cada rincón para deleitarse con todos esos detalles que enamoran a cualquier amante de los pueblos con encanto, porque Valderrobres es, y no nos cansaremos de repetirlo, un pueblo con mucho encanto.
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