Mostrando entradas con la etiqueta catedral. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta catedral. Mostrar todas las entradas

Catedral de Zamora

Joya del románico del Duero.

Catedral de Zamora
La Catedral de Zamora data del siglo XII y es una de las trece hermosas catedrales de Castilla y León. Fue declarada Monumento Nacional en 1889, siendo la construcción más notable de la ciudad. El elemento más característico de la catedral zamorana es el cimborrio, de influencia bizantina, aunque no es el único elemento a destacar de la misma.

La Catedral de la Almudena.

La única de España consagrada por un Papa.


Construida donde anteriormente existía una antigua mezquita y ubicada en el centro histórico de Madrid, la Catedral de la Almudena es visita obligada y bien merece un detenido paseo para conocer tanto el interior como el exterior y alrededores de esta peculiar Catedral neógotica. 

Las 13 catedrales de Castilla y León.

Monumentos imprescindibles de sus ciudades.

Una Catedral es el lugar en el que asienta su sede o cátedra el Obispo. Por lo tanto, es la iglesia principal de una diócesis. Esa jerarquía se ve reflejada en la monumentalidad que suelen ostentar estos edificios. Por aquello de que los poderes, por mucho que rivalicen, siempre tienden a estar próximos, las catedrales suelen ubicarse en la capital de provincia, pero no siempre ocurre así, pues hay provincias que cuentan con más de una catedral. Esto ocurre, por ejemplo, en Castilla y León, donde, aunque solo tiene nueve provincias, cuenta con las 13 catedrales que se citan a continuación. 

Catedral Vieja de Vitoria.

Abierta por obras.

La catedral vieja de Vitoria es un visita imprescindible cuando se recorren las tierras alavesas, y más concretamente cuando se viaja a Vitoria, su capital. En vez de cerrarse a las visitas turísticas con motivos de las obras de restauración, las autoridades del templo han optado por abrirla al público dando una perspectiva diferente en su visita.

Catedral de León, primer Monumento Nacional de España.

Conocida con el sobrenombre de la Pulchra Leonina.

La Catedral es el edificio más importante de la ciudad de León y, junto con las de Burgos y Toledo, es considerada una de las tres grandes catedrales góticas levantadas en España. De clara influencia francesa, destaca por sus vidrieras. Constituye uno de los hitos más importantes del Camino de Santiago, y su visita debe de hacerse de marera pausada para poder descubrir y disfrutar de cada uno de los múltiples tesoros que reúne.

Catedral de Cuenca.

Un edificio de inspiración anglo-normando.


El icono más representativo de la ciudad de Cuenca es el de sus Casas Colgadas, que no colgantes. Pero el edificio más monumental que encontrará el viajero recorriendo su intrincado casco histórico es el de la Catedral de Santa María y San Julián, cuya fachada principal da a una irregular Plaza Mayor. Por lo tanto, su visita es imprescindible. Una visita con la que se conocerá su accidentada historia que es tanto o más interesante que los propios tesoros artísticos que alberga entre sus muros. 

La Catedral de Justo, en Mejorada del Campo (Madrid).

El sueño de un hombre llevado al extremo.


La Catedral de Justo.
En el mundo nos encontramos con obras faraónicas construidas con el esfuerzo de miles de esclavos, templos levantados a base de diezmar las exiguas pertenencias de pobres campesinos, o nuevas construcciones erigidas por políticos megalómanos a base achicharrar a impuestos a los sufridos contribuyentes. Y sí. El resultado son obras arquitectónicas dignas de admiración, pero a costa del sufrimiento anónimo de muchas personas cuyo nombre ha quedado olvidado pese a ser el fruto de su sudor. Son obras grandiosas que dejaron en el olvido el dolor de numerosas familias sin las que, gracias a su obligado esfuerzo, no hubieran sido posible. Ninguno de los casos señalados anteriormente se amolda a la Catedral del Justo, en Mejorada del Campo.

Catedral de Jaén: de estilo barroco por fuera y renacentista por dentro.

Joya desconocida de Andalucía.

Fachada de la Catedral de Jaén.
La Comunidad Autónoma de Andalucía cuenta en algunas de sus ciudades con monumentos cuyo interés e importancia trascienden las fronteras nacionales. La Mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada son dos buenos ejemplos de lo dicho. Incluso la propia provincia de Jaén cuenta con dos joyas urbanísticas como son las ciudades de Úbeda o la singular Baeza, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Todo esto hace que la capital jienense  se haya quedado un poco a la sombra y la sensación generalizada es que no tiene ningún interés turístico. Pero eso no es cierto. Cuando los automovilistas transitan por la A-4, junto a la ciudad, a poco observadores que sean, podrán apreciar las siluetas de dos edificios que invitan a hacer un alto en el camino. Son la Catedral y la Alcazaba.

Basílica de Ntra. Sra. del Pilar.

Seña de identidad de Zaragoza.

Basílica del Pilar. Zaragoza.
Afirmar que la Basílica de Nuestra Señora del Pilar es el único atractivo turístico que posee la capital aragonesa sería tan falso como injusto. Pero no lo sería menos pretender obviar la personalidad que este edificio singular -y todo lo que representa- le confiere, no solo a la ciudad de Zaragoza, sino a toda la comunidad de Aragón. Así pues, la visita a este grandioso templo que, curiosamente alberga una pequeñísima imagen de la Virgen, bien merece la pena. Más todavía, este monumento debería de figurar en una posición destacada en cualquier intento de reunir los iconos más representativos de nuestra querida España.

Catedral de Santa María de Gerona.

El templo de una sola nave.

Torre de la Catedral de Gerona.
Cuando se habla de una catedral desconocida, enseguida nos viene a la imaginación la imagen de un templo con estilizadas y puntiagudas torres, tres o cinco naves separadas por columnas lobuladas y una infinidad de capillas entre los contrafuertes que, en el exterior, están coronados por pináculos y otros elementos decorativos. Pero la catedral de la ciudad de Gerona no se amolda a dichas premisas. Ahora bien, no por ello el templo carece de interés. Mas bien sucede todo lo contrario. Sus particularidades le confieren un carácter único, por lo que la visita al templo catedralicio de esta ciudad catalana es una cita imprescindible para los amantes del arte religioso.

Fachada de la Catedral de Murcia.

Retablo pétreo al aire libre. 
Puerta principal de la catedral.
Hay ocasiones en las que un solo motivo arquitectónico es más que suficiente para recorrer varios cientos de kilómetros con el fin de poder conocerlo. La fachada de la catedral de Murcia es una de estas maravillas. Construida en estilo barroco, esta singular fachada labrada en piedra ofrece al viandante toda la habilidad que los escultores barrocos eran capaces de concentrar en los retablos de madera. Está formada por dos cuerpos y dividida en tres calles separadas por colosales columnas corintias.

Catedral de Calahorra.

De ciudad Romana a Sede Episcopal.

Detalle.
La ciudad de Calahorra es una de esas pocas y privilegiadas poblaciones españolas que, sin ser capital de provincia, presumen con orgullo de albergar una sede episcopal. Eso es posible porque la antigua Calagurris romana, que apenas supera los veinte mil habitantes, cuenta con una bella catedral que bien merece la pena ser visitada.
En cierto sentido, los albores de la catedral nos recuerdan la historia de la ciudad. Sus orígenes hay que buscarlos en la época de la romanización. No obstante, pese a ser aquella época la etapa más brillante de su historia, de ella apenas quedan restos arqueológicos acordes a la relevancia de los datos históricos.

Catedral de Palma de Mallorca.

Un icono inconfundible.

Bello rincón de la ciudad de Palma.
En la torre de la catedral de Palma de Malloca hay una campana cuyo peso supera las cinco toneladas. Esa campana es conocida con el nombre de n'Eloi. Sobre ella se dice que cuando suena, su sonido se oye en casi toda la isla. Anécdotas y exageraciones aparte, lo que no es discutible es que esta catedral se ha convertido en el icono que mejor representa, no solo a la ciudad de Palma, sino a toda la isla de Mallorca. Con muy contadas excepciones, cualquier libro, guía o folleto turístico que trate de la isla mallorquina, a buen seguro que ilustra su portada con la inconfundible silueta del edificio catedralicio.