La ribera del Onyar.
Casco Histórico de Gerona. |
La heroica resistencia que la población opuso al cerco a la que fue sometida la ciudad por parte de las tropas francesas durante la guerra de la independencia es, posiblemente, la página más conocida que Gerona ha dejado escrita en el libro de la historia. Testimonio de dicho evento son las murallas que, si bien no ofrecen una estampa tan fotogénica como la que nos ofrecen otros lugares de España, ofrecen por sus almenas un grato paseo en el que compaginar las bellas vistas de las montañas nevadas en el horizonte junto al recuerdo de su heroica resistencia, que tan bien nos narra Galdós en sus Episodios Nacionales.
Y si historia rezuman las murallas, no le van a la zaga las piedras del Call, o barrio judio. El de Gerona es uno de los más importantes barrios judíos y, además, de los mejor conservados de toda España. El intrincado dédalo de callejuelas empedradas llenan el casco viejo de la ciudad de altas dosis de romanticismo.
Pero para romanticismo, he de destacar la zona de la ciudad a la que le tengo mayor aprecio: las casas apiñadas a la orilla del río Onyar. Justo antes de que éste vierta sus aguas al más caudaloso río Ter, el Onyar ofrece al viajero la que considero estampa más hermosa de la ciudad. Edificios multicolores y con anárquicas formas geométricas forman ante la retina del ojo un armonioso conjunto urbano.
Rincón de la ciudad de Gerona. |
Plaza de la Independencia. |
Localiza el destino en el mapa.