Un toque de espiritualidad a las Rías Baixas.
Detalle de la fachada. |
La tradición sitúa la fundación de este monasterio en tiempos de San Fructuoso. Sin embargo, no es hasta el año 940 cuando hay referencias documentales de la existencia de este monasterio. El edificio estuvo en manos benedictinas, quienes construyeron el precioso claustro de las procesiones o la iglesia. Esta última alterna las líneas clasicistas con elementos barrocos como es su fachada. En el altar mayor sobresale un bello retablo churrigueresco.
Claustro del monasterio de San Xoan de Poio. |
A mediados del siglo XIX, tras la desamortizaciones de Mendizábal, los benedictinos abandonaron las instalaciones monacales hasta 1890 en que una comunidad mercedaria las ocupó nuevamente. Esta comunidad amplió el edificio en lo que puede considerarse un segundo monasterio, que queda perfectamente delimitado de las construcciones más antiguas. Estas nuevas instalaciones albergan actualmente una más que interesante hospedería. Sin duda alguna, y por muchas razones, un lugar muy recomendable y que hay que tener anotado en la agenda viajera.
Fachada principal. |
Detalle de un mosaico en el monasterio de San Xoan de Poio. |
Destacaré, por último, la colección de mosaicos que, aunque más recientes, considero que poseen un gran atractivo artístico. La iconografía de los mosaicos representan distintas escenas localizadas en los puntos más emblemáticos que recorre el camino de Santiago.
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