Plaza de los Fueros de Tudela.

Capital de la Ribera Navarra.

Detalle de la Plaza de los Fueros.
Con una población que supera holgadamente los treinta mil habitantes, Tudela es la capital de la Ribera de Navarra. Una de las industrias tradicionales de la cuidad, que todavía goza de una extraordinaria vitalidad, es la que utiliza como materia prima los productos agrícolas cultivados en la fértil vega del río Ebro. Tal es así, que la fama de algunos de sus productos agrícolas han logrado que la ciudad sea de sobra conocida  no solo en España, sino más allá de las fronteras nacionales. Un buen ejemplo de lo dicho, aunque no el único, son los cogollos de Tudela.

En el casco viejo deslumbra con luz propia la soberbia estructura de la Catedral de Santa María que, fruto de los constantes añadidos, ofrece trazas de varios estilos arquitectónicos y escultóricos. En torno al edificio catedralicio se extiende el dédalo de callejuelas que conforman en casco histórico. Paseando por esas callejuelas estrechas, y un tanto anárquicas, uno quiere entrever que los tudelanos han dado la espalda a su casco histórico y se han marchado a vivir a las zonas nuevas y más cómodas de la ciudad. No obstante, algunos edificios reformados indican que las cosas están cambiando.
Terrazas típicas de la Plaza de los Fueros.
La plaza de los Fueros, en cambio, presenta una estampa más arreglada. Se trata de un recinto cerrado que, en cierto modo, nos recuerda la estampa de una plaza castellana. Uno enseguida ve que en esa plaza se desarrolla buena parte del pulso vital de la ciudad. Como cabe esperar, las terrazas de bares y cafeterías situadas en torno al kiosco central, amen de invitar al reposo del viajero, son el punto de encuentro de las tertulias de los tudelanos.
Esta plaza es la más popular de Tudela.

La finalidad con la que se construyó este armonioso recinto a finales del siglo XVII fue la de ejercer las funciones de coso taurino. Por esa razón, en las fachadas que la contornean podemos apreciar algunas decoraciones con motivos taurinos, Completan la decoración una serie de motivos heráldicos  correspondientes a los pueblos de la Ribera Navarra.
La plaza tiene aires castellanos.
Siguiendo el hilo de lo dicho al comienzo de este artículo, la gastronomía, como no podía ser de otro modo, está basada en los productos agrícolas de la ribera del Ebro. Así pues, si confraternizas bien con lo vegetariano, estás de enhorabuena. Basándome en mi experiencia personal te diré que en La Plaza de los Fueros he encontrado uno de esos restaurantes con los que uno se topa muy rara vez en el que el menú diario está muy cuidado. Es la Cafetería de Cielo. Si pasáis al interior, subid al piso de arriba y procurad acomodaros en una de las mesas situadas junto a los balcones. Las vistas de la plaza de los Fueros son estupendas.
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