Turismo de lujo con años de solera.
Ermita de San Sebastián. |
Se accede a la isla desde la población de O'Grove a través de un puente desde el que ya se intuye la belleza del lugar. Una vez que se ha accedido al corazón de la isla, uno de los iconos más fotografiado por los cientos de turistas que a diario la visitan es la pequeña ermita de San Sebastian, cuyas paredes están recubiertas con conchas. Por lo tanto, no te vayas de allí sin cumplir el ritual de fotografiarte delante del pintoresco edificio.
Hotel de lujo en la Isla de la Toja. |
Una recomendación que os propongo para conocer la isla de una forma un tanto original es que dejéis aparcado vuestro coche, y las prisas, y alquiléis un cuatriciclo. El recorrido que podréis hacer no es muy largo y, al no encontraros demasiadas cuestas, la experiencia os resultará de lo más divertida. La exhuberante vegetación que os acompaña durante todo el camino os protegerá del sol.
Barcos pesqueros en el puerto de O'Grove. |
Sería injusto terminar este breve artículo sin hacer referencia a los productos cosméticos que han internacionalizado el nombre de La Toja. Si queréis conocer un poco más de su historia, o del variado catálogo de productos cosméticos, tendréis que visitar la tienda museo. En definitiva, os encontraréis aquí un ambiente muy distinto al olor a pesca recién extraída del mar que inunda la población de O'Grove, justo enfrente.
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