Donde la Princesa de Éboli pasó recluidos sus últimos días.
Fuente de los Cuatro Caños. Pastrana |
La Plaza de la Hora es una plaza peculiar pues, aunque es cuadrada, solo tiene tres fachadas. El cuarto lado de la plaza es un hermoso mirador desde el que se contempla el valle del río Arlés y, en sus riberas, pequeñas huertas. Esta característica de esta plaza alcarreña ya le llamó la atención al escritor Camilo José Cela que, a mediados de los años cuarenta, realizó un viaje por estas tierras del que nos ha legado uno de los más bellos libros de viaje de la literatura española: "Viaje a la Alcarria". En la visita a la ciudad no será raro que te topes con alguna que otra referencia a este libro. Otro icono literario lo encontramos en Moratín, de quien se dice que aquí escribió su obra cumbre: "El sí de las niñas".
Al recorrer la calle Mayor uno entiende enseguida porqué en las guías de turismo hablan de una ciudad medieval. Pocos lugares como éste han sabido conservar, sin renunciar al progreso, ese sabor que resulta tan atractivo al turismo cultural. Por eso, durante los fines de semana son muchos los visitantes que acuden a conocerla. Si puedes organizar tu viaje en un día laborable, saborearás mucho más la visita.
Además del famoso palacio Ducal, varios edificios religiosos todavía se conservan, siendo el más destacable la colegiata de la Asunción. En su interior se puede ver un bello coro, varios retablos barrocos y un coqueto museo. En esta Colegiata yacen los restos de la Princesa de Éboli. Otro edificio reseñable, aunque situado a la afueras, es el Convento de las Carmelitas, fundado por Santa Teresa de Jesús, en cuyas dependencias se ha abierto una agradable hospedería.
Localiza el destino en el mapa: