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Bye Bye 2011.

Balance turístico del año que se fue.

Ya se nos fue el 2011 y, aunque según leía recientemente en un twitt "no hay que desperdiciar la vida mirando al pasado porque no se puede viajar hacia atrás", sí merece la pena detenerse un momento y reflexionar sobre lo acaecido en el pasado más reciente. Este pequeño ejercicio nos debe de ayudar, si somos capaces de desprendernos de todos los prejuicios con los que analizamos las cosas, a no volver a cometer los mismos errores al tiempo que avanzamos por el camino de los aciertos, que también los hay. Con ese ánimo acometo este artículo de opinión con el que podéis coincidir o discrepar pero que, en cualquiera de los casos, merecen un momento de atención.


Lo primero que comentaremos es la prohibición de fumar en espacios públicos. Una medida que fue muy criticada en un primer momento pero que ahora, tras varios meses de aplicación y habiendo comprobado sus efectos, tenemos que valorar muy positivamente. Quienes ya pasamos de los cuarenta, todavía recordamos con horror aquella época en la que se podía fumar dentro de un autobús, o lo absurdo de, en una etapa posterior, decir al expendedor de billetes de autobuses si querías una plaza de fumador o de no fumador. Me temo que dentro de no demasiado tiempo contemplaremos con el mismo asombro los tiempos recientes en los que cuando ibas a cenar a un restaurante, o a tomar el aperitivo a una cafetería, tenías que soportar un ambiente lleno de humo.

Malos humos también ha tenido la economía española, siendo uno de los aspectos en los que se ha reflejado la crisis, la pésima gestión que algunos gobernantes han hecho de los recursos públicos. En este sentido, sin salirnos del ámbito de los viajes y el turismo que es el que nos interesa aquí, el fiasco de algunos aeropuertos construidos al albor de la pasada bonanza constructiva de años pasados es un buen ejemplo. El de Ciudad Real, actualmente cerrado es el paradigma de la mala utilización de los recursos públicos. Pero aún hay otros aeropuertos sobre los que pende la misma espada de Damocles. Sirvan de ejemplo el de Lérida o el de Castellón.

No ha habido sector sobre el que la crisis económica no haya aterrizado. Aun con todo, si hay algún sector de la economía que pueda salvarse de la quema ese ha sido posiblemente el del turismo. A la espera de conocer los datos definitivos, ya es seguro que ha aumentado el número de turistas que han visitado España.  Así pues, por mucho que les pese a algunos, el turismo vuelve a mostrarse como uno de los pilares básicos de la economía española. Esperemos que la experiencia sirva para no mirar con desprecio y mimar un poco más a un sector que fue el motor de crecimiento en nuestro despegue económico pero que también ha sabido jugar un papel básico en la época de las vacas flacas.

Buena parte de culpa del crecimiento de turistas en España la ha tenido la inestabilidad política que viven los países del Norte de África como consecuencia de los disturbios de la Primavera Árabe. Las playas de Túnez, los cruceros por Egipto o, incluso, las ciudades de Marruecos, ya no resultan tan atractivas para los turistas europeos que han puesto su mirada en los países del Norte del Mediterráneo.

Tras el cierre del espacio aéreo español en el puente de diciembre de 2010, tuvimos un año tranquilo en cuanto a huelgas en el sector de los transportes y el turismo, y eso que hubo un par de elecciones. Pero con la proximidad de las Navidades los de siempre volvieron a sus andadas de tal modo que cerramos el año con sendas huelgas en Iberia y Renfe, nuestras dos empresas señeras en el sector de transporte de pasajeros. Es triste decirlo así, pero ya se están conviertiendo en un clásico de las Navidades como aquel turrón, cuya marca omito, que siempre "vuelve a casa por Navidad".

La huelga de Iberia es por la salida de la marca de low cost Iberia Exprés. Las compañías aéreas de bajo coste como Vueling, Air Berlín y, sobre todo, Ryanair han revolucionado el mercado de tal modo que ha obligado a las compañías clásicas a adaptarse y contraatacar.  En esa dirección Iberia ha sacado su propia marca. Una guerra comercial cuyo desenlace tal vez lo podamos ver en el 2012.

Muchas más cosas han pasado durante el año que se nos ha ido pero han quedado totalmente eclipsadas por la tan manida crisis. Esperemos que durante 2012 comencemos a ver la luz al final del túnel. Ganas no nos faltan. Tampoco nos faltan ganas de ver si efectivamente, tal y como anunció el recientemente nombrado presidente del gobierno, Mariano Rajoy, durante su sesión de investidura, todas las fiestas pasan al lunes eliminándose de ese modo los puentes. La medida, como cabía esperar ha sido muy criticada por unos y alabada por otros, pero la sensación que tengo es que si prospera, va a ser muy bienvenida.
JESÚS ÁNGEL LÓPEZ