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La gran plaza Mayor de la pequeña ciudad de Chinchón.

A solo cincuenta kilómetros de Madrid.

Plaza Mayor de Chinchón, Madrid.
La pequeña ciudad de Chinchón, y digo bien lo de ciudad pues ese, pese a las dimensiones de la población, es el título que con el devenir histórico ha alcanzado, tiene como gran atractivo su grandiosa y bella Plaza Mayor. Su estampa, por mor del celuloide que la ha escogido en numerosas ocasiones como escenario de sus ficciones, es conocida a nivel internacional. De planta  absolutamente irregular. y del todo desnivelada, guarda una perfecta armonía gracias a los 234 claros -así es como se conocen a los balcones- que sirven de palco cuando el recinto se convierte en Coso Taurino, o cuando es representada la Pasión, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional. El recinto hay que verlo con la luz del sol, pero también cuando, al llegar la noche, la luz artificial envuelve todo el conjunto en un ambiente mágico.


Vista nocturna de la Plaza Mayor de Chinchón. Madrid.

Si bien es cierto que la Plaza Mayor acapara casi todo el protagonismo de Chinchón, no hay que perderse otros bellos rincones de la ciudad. Visita obligada es la Iglesia de la Asunción en cuyo altar admiraréis un cuadro de Francisco de Goya. Se trata de un magnífico templo que carece de torre, aunque no muy lejos veréis una torre sin iglesia, con lo que entre la una y la otra forman una pieza completa. Entre ambas el teatro Lope de Vega cuyo interior esconde, haciendo las veces de telón, una bonita pintura de Luis Muriel. Encontraréis en la ciudad un monasterio sin frailes, cuyo edificio alberga un Parador de turismo, y un convento de clarisas cuyas inquilinas, unas monjas de clausura, han abierto sus puertas al público. Fruto de ello están siendo expuestas a los visitantes las obras que tan celosamente fueron custodiadas durante siglos. La exposición llamada Los Tesoros de la Clausura va a permanecer abierta hasta el próximo 9 de diciembre. No obstante, dado el éxito de la iniciativa, es más que probable que la experiencia se repita en el futuro, o así lo queremos pensar nosotros.

Pintura de Goya en el Retablo del Altar de la Iglesia de la Asunción.

Aún con todo lo dicho anteriormente, lo que más os gustará serán las pequeñas grandes historias que han dado forma a la ciudad. ¿Por que hay una iglesia sin torre y una torre sin iglesia? ¿Cómo ha llegado un a cuadro de Goya a la Iglesia de la Asunción? o ¿Por que se ensañaron las tropas napoleónicas con la ciudad?  Si os acercáis a la oficina de Turismo, situada como es natural en la Plaza Mayor, un guía os podrá acompañar en la visita dando respuesta a todas estas y otras muchas preguntas. Os aseguro que merece la pena, pues las anécdotas que os contarán son a cual más interesante.

Columna de los franceses en la Plaza Mayor de Chinchón. Madrid.

Pero el nombre de esta población madrileña, además de por su gran plaza, también es conocida por otros dos productos de gran fama: los ajos y el anís. Los ajos de Chinchón hemos de decir que son conocidos por tener unos dientes de pequeño tamaño y sabor intenso. En cuanto al anís Chinchón, destilado 100%, ha llevado el nombre a la localidad más allá de las fronteras de España por medio de un producto de calidad. Así pues, una compra obligada en vuestra visita a la ciudad es una bolsa de ajos y una botella de anís. En varios establecimientos de la plaza y alrededores podréis adquirir ambos productos. También ha difundido el nombre de la ciudad allá por donde ha ido quien es considerado uno de los mejores embajadores del municipio: el gran actor José Sacristán. Aunque, ¿quien no presumiría de su pequeña patria si ésta fuera tan hermosa como lo es Chinchón?

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