Aranda de Duero, la Ribera que me gusta.

Una nueva imagen de la ciudad.

Palacio de los Berdugo, Aranda de Duero.
Aunque parezca mentira, en estos tiempos que corren, no todos han entendido que una correcta y continua promoción es fundamental, no solo para afrontar el presente, sino, sobre todo, para posicionarse adecuadamente de cara al futuro. En este sentido tenemos que decir que sí existen organismos que están trabajando un la buena línea para situar su producto turístico en un puesto privilegiado. Uno de ellos es el Ayuntamiento de Aranda de Duero, en la provincia de Burgos. De nada sirve tener buenos atractivos turísticos si estos no se difunden a través de todos los canales de comunicación, y Aranda, a nuestro modo de ver, está haciendo muy bien los deberes.


Nuevo Logotipo de Aranda de Duero.
Recientemente, de la mano de su alcaldesa, Raquel González, el Ayuntamiento arandino ha reunido a un importante número de periodistas de viajes ante los que ha dado a conocer la nueva imagen con la que pretende convertir a la localidad en una referencia turística de Castilla y León. Los encargados de organizar el evento eligieron para la presentación un escenario único: el palacio de los Berdugo. Se trata de una casona de la vieja nobleza local en la que, según la tradición, durmió Napoleón. Su armonioso patio, de doble planta con columnas y galerías de madera lleno de magia la noche del 30 de agosto la ciudad de Aranda.

Detalle de la fachada de Santa María la Real de Aranda de Duero.
Con el nuevo logotipo se hace referencia al Río Duero. Un río en cuyas riberas maduran las uvas que posteriormente derivarán en unos de los caldos más apreciados por los sibaritas de la gastronomía: los acogidos a la denominación de origen Ribera del Duero. Pero hablando de gastronomía hay que recordar que aquí, no solo se asientan algunas de las más prestigiosas bodegas de la Ribera del Duero, sino que la ciudad se convierte durante el mes de junio en una de las mecas gastronómicas nacionales con la celebración de las Jornadas del Lechazo Asado.

Imagen de la bodega de las Ánimas, en Aranda de Duero.
Pero Aranda de Duero, que ya se ha hecho un hueco en el calendario del turismo gastronómico, ofrece otros motivos por los que bien merece la pena ser visitada. La iglesia de Santa María la Real, con su impresionante fachada, los más de siete kilómetros de galerías subterráneas en las que desde antaño se elaboraba el vino, la casa de las bolas, que alberga el museo Félix Cañada, o la iglesia de San Juan Bautista, en la que el próximo año acogerá la exposición de las Edades del Hombre, no deben de pasarse por alto. Si no te quieres perder nada en tu visita a Aranda, es imprescindible que pases por la oficina de turismo ubicada en la plaza Mayor. Es el punto de partida para conocer la ciudad, y su historia, en profundidad.

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