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Lo más interesante que hay que ver en Bruselas.

Cinco citas imprescindibles de la capital Belga.

Catedral de Bruselas.
Señalar cinco lugares de obligada visita de la ciudad de Bruselas es tarea un tanto complicada, ya que son muchas las razones por las que la podemos considerar como objetivo de una escapada. Pero dado que lo que proponemos es un viaje rápido, y estos no dan para mucho, haremos el esfuerzo, aun a costa de correr el riesgo de discrepar con otros viajeros. Después de mucho patear la ciudad, os proponemos los cinco lugares que nos os debéis de perder. Pero insisto, si tenéis más tiempo, seguro que nos os aburriréis en la cosmopolita ciudad que alberga, entre otros muchos organismos internacionales, la sede del Parlamento Europeo.


La Grand Place de Bruselas.
Como no podía ser de otro modo, la primera gran cita de un viaje a Bruselas es la Gran Plaza -La Grand Place, en francés, o Grote Markt en flamenco, que son las dos lenguas oficiales de la ciudad-. Es posiblemente una de las plazas más bellas de Europa. No hay que perder detalle de los edificios que la jalonan en sus cuatro costados. No obstante, y sin menoscabo del resto, es el Hotel de Ville, con su torre de 96 metros de altura, el edificio más sobresaliente.

Manneken Pis, un pequeño gran icono de la capital belga.
Muy cerca de La Grand Pace, y para que os sirva de orientación, a las espaldas del Hotel de Ville, encontraréis el segundo gran icono de la ciudad: Manneken pis. Se trata de una estatuilla de unos cincuenta centímetros de alto que representa un niño meando sin ningún pudor. Si regresamos a La Grand Place y tomamos ahora la dirección opuesta, nos encontraremos su réplica femenina: Jeanneke Pis. Una estatua que colocaron los comerciantes para atraer hacia esa zona al turismo. Y hasta allí os recomiendo ir, pues justo enfrente se encuentra Delirium Tremens, una cervecería que consideramos la tercera visita obligada de la ciudad. Más de 2000 cervezas diferentes podrás degustar en cualquiera de sus tres plantas en un ambiente realmente cosmopolita.
El Atomium fue construido con motivo de la Exposición Universal de 1958.
En cuarto lugar, no debéis iros de la ciudad sin la visita al Atomium. Esta original construcción se levantó con motivo de la Exposición Universal de Bruselas de 1958 y representa la molécula del hierro ampliado 160.000 millones de veces. Aunque sea un poco caro la entrada, merece la pena subir hasta la bola más alta, que sobrepasa los 100 metros de altura. Desde allí las vistas que se obtienen de la ciudad son extraordinarias. Por último, se me antoja necesaria la visita a la Catedral de san Miguel y santa Gúdula. De ese modo os llevaréis una pequeña imagen del arte religioso del que está lleno toda la ciudad.

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