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Villanueva de los Infantes, una Plaza Mayor en Ciudad Real.

Villa manchega de aires Cervantinos.

Casa Rectoral.
Villanueva de los Infantes bien podría ser ese lugar de cuyo nombre no quiso acordarse Cervantes cuando daba vida al más famoso de los caballeros andantes. Digo esto porque cuando uno recorre sus calles encaladas, jalonadas de trecho en trecho por la fachada de alguna casona nobiliaria, la imaginación se traslada a otros tiempos. Tiempos en los que sus calles eran recorridas por hidalgos y escuderos a imagen y semejanza a como Don Quijote y Sancho Panza anduvieron en el mundo literario estos pueblos manchegos. Pero Villanueva de los Infantes, o simplemente Infantes, como suelen decir algunos lugareños, además de todas las referencias cervantinas tiene otro atractivo turístico por el que bien merece la pena el viaje: su Plaza Mayor.


Don Quijote y Sancho en la Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes.
La Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes puede ser considerada, junto a la de Almagro, como una de las más hermosas de toda la provincia de Ciudad Real. Es una típica plaza manchega en la que sus lados irregulares nada tienen que ver con esas plantas cuadradas o rectangulares de las plazas castellanas. Una Plaza Mayor con mayúsculas, pues no solo es el centro de la vida social de la localidad, que lo es, sino porque allí se concentran todos los poderes, los de antes y los de ahora.

Balconadas de Madera en la Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes.
El edificio más sobresaliente es la iglesia de San Andrés, a la que está adosada la casa Rectoral. Edificios que representan el poder eclesiástico, tan importante en otros tiempos. Otros edificios destacables son el actual Ayuntamiento y el que alberga a los juzgados, los poderes vivos. Pero lo más hermoso de este espacio público es que se ha ido configurando con diversos estilos, por lo que hay que fijarse en los detalles. Entre estos detalles destaca la balconada de madera de la fachada sur, ejemplo de arquitectura popular elevada al máximo nivel.

Calle del General Pérez Ballesteros de Villanueva de los Infantes.
Tal es el magnetismo de la Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes, que el viajero corre el riesgo de pasar por alto el resto de la localidad, lo cual sería injusto. Un recorrido pausado lo requiere la calle del General Pérez Ballesteros, pues en ella se concentran algunos de los palacios que nos hablan de la historia de la villa. Una historia que tiene una página marcada de forma especial. En el convento de Santo Domingo es el lugar en el que murió otro de los grandes de las letras hispánicas: Francisco de Quevedo.

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