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Tras los pasos de Dulcinea en El Toboso. Toledo.

Con la Iglesia hemos topado.

Esculturas de Don Quijote y Dulcinea.
La Mancha es tierra de múltiples referencias quijotescas. Eso no es discutido por nadie. Aun así, hay lugares en los que estas referencias van mucho más allá de una simple anécdota. Algunos pueblos manchegos encuentran en estas alusiones su principal seña de identidad. Eso es, más o menos, lo que ocurre en El Toboso, una pequeña población de la provincia de Toledo cuya fama mundial le viene dada por ser la cuna de la imaginaria Dulcinea. Un motivo más que suficiente para dejarse ver por estos lugares. Si bien es cierto que Dulcinea no existió nada más que en la mente del gran Cervantes, ahora es el nombre con el que se ha bautizado a los más singulares negocios locales. Nosotros estuvimos alojados en una casa rural cuyo nombre, ¿cómo no? también estaba inspirado en dicho personaje: El Huerto de Dulcinea.


La iglesia ante la que Don Quijote exclamó: "Con la iglesia hemos dado".
El Toboso no es pueblo de grandes monumentos. Lo que más destaca cuando nos vamos acercando es la mole de su imponente iglesia. También a Don Quijote y Sancho Panza les impresionó esta imagen a la vista de la cual Don Quijote pronunció esa lapidaria frase que ha quedado en el argot popular: "con la iglesia hemos dado".
Ambiente manchego en un establecimiento hostelero en El Toboso.
Iban acercándose Don Quijote y su escudero a la población de El Toboso cuando al ver el gran edificio de piedra que sobresalía por encima de los tejados, el caballero andante informó a su escudero que se trataba del palacio de Dulcinea. Pero Sancho, menos dado a la imaginación, y más con los pies en el suelo, hizo ver a su amo que ese imponente edificio no era ningún palacio, sino una iglesia. Ese fue el momento en el que Cervantes puso en boca de don Quijote la famosa frase. Ahora se puede visitar la casa museo de Dulcinea en la que se ha recreado el ambiente y mobiliario de una casa de labranza de los tiempos de Cervantes.
Almendros en flor en la casa rural el Huerto de Dulcinea. El Toboso.
En cualquier viaje a El Toboso, y siguiendo las referencias quijotescas, no debe de faltar una visita a alguno de los pueblos cercanos que poseen buenos ejemplares de Molinos de Viento. Si nos vamos hacia el suroeste, allí descubriremos los Molinos de Viento de Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real, posiblemente los más conocidos. Si en cambio hubiéramos tornado nuestros pasos al sureste, serán los de Mota del Cuervo, en la provincia de Cuenca, los que nos retrotraerán a los tiempos de los caballeros andantes. Estas singulares construcciones difícilmente las podríamos contemplar hoy en día de no ser por la más ingeniosa novela de la literatura hispánica.

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