Berna, cinco lugares imprescindibles de la capital suiza.

Estatua de la justicia en Berna.
Para una visita rápida.

La capital de suiza, Berna ( Bernr, Berne), es una pequeña ciudad que no llega a los 140.000 habitantes. Su centro histórico está ubicado en el altozano que ofrece un meandro sobre el río Aare, Allí se encuentran los lugares imprescindibles en una visita, independientemente del tiempo que se le quiera dedicar. Cinco espacios que sirven para entender la esencia e idiosincrasia de la capital de uno de los países europeos que, pese a sus dimensiones, puede presumir de ser diverso y cosmopolita.

1.- Parlamento Federal.
Un imponente edificio ubicado en una amplia plaza aloja la sede del Parlamento Federal Suizo. En este edificio se reúnen los representantes de los veintiséis cantones que configuran el estado federal. Hasta cuatro idiomas oficiales se hablan en suiza: alemán, francés, italiano y romanche. En la ciudad de Berna, capital del cantón del mismo nombre, el idioma oficial es el alemán.
Edificio del Parlamento Federal Suizo.
2.- La catedral.
Se trata de un imponente edificio de estilo gótico que comenzó a construirse en el siglo XV. Posteriormente la ciudad adoptó la religión protestante, pero dadas la majestuosidad del edificio, se continuó con su construcción. En el exterior del templo destaca su rica portada policromada y una única y esbelta torre cuya altura alcanza los 100 metros de altura. Es el templo más monumental de toda Suiza.
Tímpano de la catedral de Berna.
3.- Torre del reloj.
Quizá la estampa de la Torre del Reloj es el icono más universal de la ciudad. Una antigua torre medieval en la que se instaló un reloj astronómico en 1530 congrega cada hora a turistas y curiosos a sus pies para contemplar el ritual del cambio de hora. Un arlequín, un gallo y unos ositos ofrecen un espectáculo mecánico que no hay que perderse. Como curiosidad has de saber que la construcción del reloj le llevó tres años de trabajo a un laborioso herrero.
Detalle de la Torre del Reloj de Berna.
4.- El foso de los osos.
En la prolongación de la calle principal del casco histórico de la ciudad de Berna, tras cruzar el puente de Nydegg sobre el río Aare, llegamos al Foso de los Osos. Algunos plantígrados hacen las delicias de los niños. Pero más allá del espectáculo que puedan ofrecer estos fieros animales, es necesario conocer que el oso es el símbolo de esta ciudad. Lo puedes ver dibujado en la franja central de la bandera del cantón. Desde 1513 hay constancia de la existencia de un foso de osos tras traer el ejército bernés un ejemplar de una de sus campañas militares.
Foso de los osos de Berna, en Suiza.
5.- Calles y arcadas del centro histórico.
Toda la península sobre la que se asienta el barrio histórico de la capital suiza está formada por tres calles longitudinales y varias transversales. Muchas de estas calles están recorridas por unos soportales cubiertos y abiertos al exterior mediante arcadas. El conjunto es un gran centro comercial abierto al tiempo que resguardado de las inclemencias meteorológicas. En las fachadas de las casas cuelgan las banderas cantonales llenando la ciudad de colorido.

De tramo en tramo, fuentes y esculturas, al tiempo que otros infinitos detalles ofrecen una decoración excepcional. Recorrer todos estas calles pausadamente, al tiempo que sorteamos el paso de trolebuses y tranvías, merece la pena. No en vano la ciudad fue incluido por la Unesco en la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Calle del centro histórico de la ciudad suiza de Berna.

Otos lugares de interés.
Si tienes tiempo, la ciudad de Berna también ofrece otros lugares cuya visita también puede resultar interesante. El Centro Paul Klee, en el que se exponen casi la mitad de las obras de este pintor suizo, la casa de Alber Eisntein, el la que se recrea el ambiente de la época en la que este físico alemán vivió aquí, el museo Alpino, o el de Historia Natural pueden ser buenas opciones para conocer.

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