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Aínsa, uno de los pueblos imprescindibles de Aragón.

Capital del antiguo condado del Sobrarbe.

La villa de Ainsa está situada al norte de la provincia de Huesca, muy cerca del Pirineo. Es la capital de Aínsa Sobrarbe y su casco urbano es considerado como uno de los más bonitos de España. En él destacan su Plaza Mayor, la iglesia y su castillo. A mitad de camino entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Natural de los Cañones y Sierra de Guara, es un enclave idóneo para iniciar multitud de actividades de naturaleza.


Aínsa es considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Cuando el viajero llega a la localidad y accede a la Plaza Mayor comprende enseguida el porqué de este reconocimiento. Y no lo cuestiona, pues pocos municipios como este han sido capaces de conservar con tan buen gusto el patrimonio urbanístico legado por sus antepasados. Desde la plaza parten dos calles, una a cada lado de la Casa Consistorial en las que nada desentona y todo parece bien colocado.
Plaza Mayor de Aínsa, Huesca.
La villa fue declarada Conjunto historico Artísico en 1965. Aunque antes, en 1931, tanto el castillo como la iglesia de Santa María habían sido declarados Monumento Nacional.

La Plaza Mayor es amplia. Muy amplia. Su planta, aunque algo irregular, tiende a trapezoidal. uno de los lados más cortos lo ocupa el Ayuntamiento, en tanto que el más corto está abierto a unos jardines tras los cuales se yergue el Castillo. Los dos lados largos de la plaza están flanqueados por unas construcciones con soportales cuyos arcos son diferentes unos de otros. Aun así, el conjunto es armonioso. Ello se debe a que el material constructivo es el mismo: la piedra.
Detalle de la Plaza Mayor de Aínsa, Huesca.
En una esquina de la plaza se halla la iglesia parroquial de Santa María. La iglesia de Aínsa es toda ella de piedra, el mismo tipo de piedra con la que se construyó el resto de la plaza, por lo que no desentona con el resto del paisaje urbano. Su porte es recio y austero, pero hermoso. Como el mismo románico. Tiene un pequeño claustro de planta triangular y una torre a la que es necesario acceder cruzando estrechos pasos y altos peldaños. Pero las vistas que se obtienen desde lo alto, bien merecen el esfuerzo.
Interior de la Iglesia de Sta. María de Aínsa.
El castillo de Aínsa es una fortaleza en la que lo mejor conservado es el muro exterior. Tras atravesar su puerta, se descubre un amplísimo patio de armas en el que se organizan a lo largo del año diferentes eventos. En la visita al castillo es imprescindible subir a lo alto de la muralla y pasear por su camino de ronda que ha sido perfectamente acondicionado para estos menesteres turísticos.
Vistas desde la Torre de la Iglesia parroquial de Ainsa Huesca.
Pero la visita a esta localidad de Aragón no debe limitarse al patrimonio artístico que atesora el pueblo, sino que es altamente recomendable explorar el patrimonio natural de su entorno. Muy cerca se encuentran el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Natural de los Cañones y Sierra de Guara. Ambos parajes son muy propicios para la práctica de diferentes deportes de montaña. Además, muy cerca del segundo de los parajes citados, se encuentra otro precioso pueblo que bien merece la pena conocer: Alquézar.

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