Diez bonitas Plazas Mayores de Castilla la Mancha.

Monumentalidad, originalidad y arte popular.

Elaborar una selección limitada de Plazas Mayores de cualquier región es una tarea complicada. Son muchas las que merecerían estar en la lista, y por lo tanto siempre es injusto no incluir a todas. En esta selección de Plazas Mayores de Castilla la Mancha se han recopilado dos por provincia con el fin de que toda la región quede representada de modo equitativo. Por otro lado, se ha procurado mostrar la diversidad arquitectónica que ofrecen estas tierras de la meseta sur. Por ello se han escogido aquellas que aportan cierta singularidad con el objetivo de ofrecer variedad al artículo. Se finaliza, para paliar posibles agravios, citando aquellas otras que, aunque no se hayan destacado, también merece la pena ser mencionadas por ofrecer interés turístico.


Alcaraz, una joya renacentista. La Plaza Mayor de Alcaraz es de planta rectangular  y está rodeada por soportales uniformes asentados en arcos de medio punto en tres de sus cuatro lados. Pero la imagen más característica de este lugar son las torres de la Trinidad y el Tardón. Dos torres próximas que parecen rivalizar entre ellas. El conjunto fue construido en el siglo XVI y forma una de las más interesantes de la región.

Almagro, antesala del Corral de Comedias. El color verde de las galerías que poseen los dos lados largos de la plaza de Almagro la convierten en única e inconfundible. De trazado más o menos rectangular, uno de los lados cortos está ocupado por el ayuntamiento. Pero son sus galerías corridas y acristaladas, de aires centroeuropeos, las que le dan personalidad al recinto. En uno de sus lados tiene su entrada el famoso Corral de Comedias.

Beteta, una plaza serrana. La Plaza Mayor de esta modesta localidad conquense muestra algunos elementos de arquitectura popular que la convierten en una parada obligatoria en un viaje por los fantásticos paisajes de la serranía. Piedra y madera distribuidos de forma ecléctica en un espacio regular ofrecen un conjunto armónico.

Ocaña. una plaza de diseño. La Plaza Mayor de Ocaña es una de las grandes plazas castellanas que bien puede codearse sin complejos con las de Madrid o Salamanca. Su trazado regular y uniforme se debe a que toda ella fue construida bajo las directrices de un único y ambicioso proyecto. El resultado, como no podía ser de otro modo, es un conjunto monumental.

Pastrana, una hora de sol al día. La de esta localidad de Guadalajara está presidida por el Palacio Ducal. En él estuvo recluida la princesa de Éboli con el único derecho de poder disfrutar de una hora de sol al día en uno de los balcones de levante. De ahí que el nombre oficial de este espacio sea Plaza de la Hora. Uno de los lados de la plaza, el que está frente al palacio, es un estupendo mirador sobre los peculiares paisajes alcarreños.

San Clemente, delicadeza renacentista. El edificio más notable es el del antiguo ayuntamiento, con bella fachada renacentista. En su interior alberga el museo de obra gráfica de la fundación Antonio Pérez. En él se exponen obras de autores como Saura, Feito o Lucebert. La Iglesia de Santiago también posee en su interior valiosas muestras de arte eclesiástico.

Siguenza, a la sombra del Doncel. A la Plaza Mayor de Siguenza le cuesta destacar ante el gran protagonismo que Catedral y Castillo tienen en la localidad. Incluso la figura del Doncel contribuye a que la plaza quede relegada injustamente a un segundo plano. Aun con todo, la Plaza Mayor de Siguenza, en la que catedral y ayuntamiento se enfrentan, quizá simbolizando la rivalidad entre poder eclesiástico y civil, es uno de los rincones más hermosos de toda la provincia alcarreña.

Tarazona de la Mancha, corazón de la villa. Recorriendo el dédalo de callejuelas de esta población albaceteña el viajero queda más que sorprendido al llegar a su Plaza Mayor. Nada en el recorrido presagiaba que un recinto tan hermoso quedase escondido en el corazón de una localidad sin demasiado atractivo. Tanto es así, que bien puede presumir de haber sido declarada Conjunto Histórico Artístico.

Tembleque, una plaza muy pintoresca. La de Tembleque fue construida en el siglo XVII con el fin de que allí se corrieran toros. Por eso es muy homogénea y las galerías de madera, desde las que se podían ver los espectáculos taurinos sin correr riesgo, son su seña de identidad. En 1808 fue incendiada por las tropas napoleónicas, pero tras su reconstrucción se ha convertido en una de las más pintorescas.

Villanueva de los Infantes descanso de Quevedo. El edificio más notable de esta localidad es la iglesia de San Andrés, en cuyo interior yacen los restos de Francisco Quevedo. Junto a la Iglesia, la casa rectoral. En los otros lados de la plaza se levantan diferentes edificaciones en las que soportales con arcadas o balcones corridos de madera dejan espacio a blasones y escudos de los que hay una buena representación en toda la localidad. En un rincón, como dos transeúntes más, dos esculturas de don Quijote y Sancho resultan muy fotogénicas.


Otras plazas que perfectamente podrían haber sido incluidas en esta lista son las de: Alarcón, Atienza, Brihuega, Buendía, Chinchilla de Montearagón, Cifuentes, Daimiel, El Toboso, La Solana, Manzanares, Oropesa, Priego, Puerto Lápice, San Carlos del Valle, o Valdepeñas. Pero la limitación impuesta de recopilar solo diez ha obligado a dejarlas al margen. Para finalizar, también debemos citar las de las capitales provinciales que, aunque se han quedado excluidas a priori, también son interesantes. Entre estas últimas tenemos que destacar la Plaza de Zocodover de Toledo, en pleno casco histórico, o la de Cuenca, presidida por su flamante catedral.

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