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Torla, un bonito pueblo de los pirineos de Huesca.

Puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Esta localidad es visitada por numerosos turistas cuyo objetivo es acceder al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Pero Torla no debe ser considerada únicamente como una estación de paso, sino que también debe ser tratada como un destino final, ya que sus atractivos son incuestionables. Es un típico pueblo del Alto Aragón en el que las peculiaridades arquitectónicas heredaras del pasado se han conservado adecuadamente al tiempo que las nuevas construcciones se han adaptado a los estilos tradicionales.


Torla se localiza al norte de la provincia de Huesca, a unos 100 kilómetros de la capital, entre las altas montañas de los Pirineos. Aunque su altitud sobre el nivel del mar es de 1032 metros, está rodeado por cinco imponentes picos que superan los 2000 metros. Entre ellos destaca el de Mondarruego con 2848 metros. La localidad está enclavada en el valle del río Ara del que dicen que es el único en el que en sus 70 kilómetros de curso fluvial no se ha construido ninguna presa.


El pueblo de Torla posee una larga historia de la que no ha salido muy bien parado en los diferentes sucesos que ha tenido que lidiar. Pero las reconstrucciones que han sucedido a los diferentes desastres han sido bastante acertadas por lo que hoy día conserva la armonía y el tipismo propio de los pueblos pirenaicos. 

Cuando el viajero pasea por sus empedradas calles percibe un ambiente medieval gracias a la piedra oscura de las fachadas y la pizarra que recubre los tejados. Un trazado irregular de las calles que se han ido adaptando al terreno como también lo hicieron quienes levantaron la iglesia de San Salvador cuyo interior, destruido durante la Guerra Civil del pasado siglo, alberga en la actualidad algunos retablos de pueblos abandonados de la comarca.


Otro lugar de interés son las ruinas de un viejo castillo que se ha acondicionado para acoger un Museo Etnológico. De él destacan las pinturas de la Cripta de San Jorge.

Pero el principal atractivo de Torla es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. A la afueras de la localidad se ha abierto el Centro de visitantes del PNOM. Un espacio para enriquecer la visita al Parque Nacional. Junto a este centro se han habilitado amplias zonas de estacionamiento y, durante las épocas de temporada alta, cuando no está permitido acceder en vehículo hasta la Pradera de Ordesa, es aquí donde hay que tomar el autobús que te lleva hasta ella.


Desde la Pradera de Ordesa arranca el camino de la excursión más conocida, la que conduce hasta la Cola de Caballo, pero no es la única. Todos los alrededores de Torla poseen muchísimas posibilidades para practicar diferentes deportes de montaña: senderismo, BTT, rafting... Por eso, casi todos los grandes caserones de la localidad se han convertido en acogedores hoteles de montaña.

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