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Exhibición aérea de Cuatro Vientos

Organizada por la Fundación Infante de Orleans.

El pequeño aeropuerto de Cuatro Vientos, situado al suroeste de la ciudad de Madrid, ofrece cada primer domingo de mes, excepto en julio y agosto, una exhibición aérea de aviones históricos. Todo un espectáculo cargado de sorpresas en el que pocos son los asistentes que no lo viven con asombro. Una actividad tan hermosa como poco conocida que se puede encontrar entre la amplia oferta de ocio que ofrece la ciudad de Madrid.

A partir de las diez de la mañana los asistentes empiezan a reunirse en el Aeródromo de Cuatro Vientos, en torno a viejos aeroplanos que, de un modo u otro, forman parte de la historia de la aviación, no solo española, sino mundial. Aparatos que han sido cuidadosamente restaurados para darles una segunda juventud. Los neófitos de esta apasionante experiencia todavía dudarán que estos aparatos puedan arrancar, y mucho menos despegar y surcar los cielos, pero en cuestión de tiempo quedarán disipadas todas las dudas.


El programa comienza con una exhibición estática en la que un miembro de la fundación va ofreciendo las pertinentes explicaciones de cada uno de los viejos aviones que forman la colección de la Fundación Infante de Orleans (FIO). Durante la exposición, ademas de datos técnicos e históricos, se ofrecerán unas cuantas curiosidades y, sobre todo, se transmitirá una gran pasión por el arte de volar.

Tras la exhibición estática, el público debe echarse a un lado, pues comienza la segunda parte del programa: el arranque de motores. Ahí es donde el público comprueba que esto va en serio y que no se encuentra ante una exposición de piezas de museo. Estos aparatos arrancan, algunos de ellos con sistemas un tanto rudimentarios a la vista de los ojos del siglo XXI. Mecánicos girando manivelas de arranque o incluso impulsando la misma hélice frontal. Esta es la forma como estos aeroplanos van comenzando a rugir, uno a uno, para posteriormente emprender el camino hacia la pista de despegue.


Es entre la una y las dos del medio día cuando la ventana aérea del aeródromo de Cuatro Vientos se cierra al resto de aparatos y toman protagonismo las viejas antiguallas de la FIO. Los viejas aeronaves, algunas de ellas con casi un siglo de antigüedad, en orden milimétrico, van despegando y mostrándose orgullosas ante la mirada atónita de los espectadores.

Durante esta privilegiada hora, además del majestuoso vuelo de estas piezas únicas de la aviación, el público que asiste al espectáculo puede disfrutar de la visión que ofrece el suave planear de un velero sin motor, o de la no menos asombrosa demostración de habilidad y sangre fría que tienen los pilotos de los aviones acrobáticos.


La encargada de organizar esta interesante exhibición es la Fundación Infante de Orleans, que posee sobre medio centenar de estas joyas, casi todas ellas en perfecto estado de funcionamiento. Durante la mañana el público pude adquirir algún recuerdo con cuyos beneficios, además del precio de la entrada y las cuotas de sus socios, esta organización puede seguir reparando y adquiriendo estos aeroplanos históricos.

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