Al norte de la Alta Saboya.
Además de su ubicación estratégica en las costas del Lago Léman, Yvoire forma parte de la prestigiosa asociación de Les Plus beaux villages de France y ha sido premiado con cuatro flores en el concurso nacional que organiza el ministerio de turismo de Francia. Por lo tanto, sobran las razones para visitarlo.
Yvoire pertenece al departamento de la Alta Saboya, que a su vez forma parte de la región Auvernia-Ródano-Alpes. Es un pequeñito pueblo francés situado a la orilla sur del lago Léman, a escasos treinta kilómetros de la ciudad suiza de Ginebra. Ha sido tradicionalmente un pueblo de pescadores, pero su economía actual se basa principalmente en el turismo.
Sus orígenes se remontan a la Alta Edad Media, no obstante, fue Amadeo V, conde de Saboya, quien ordenó, a principio del siglo XIV, construir las fortificaciones que convirtieron este lugar en un enclave estratégico. Hoy en día pueden apreciarse varios lienzos de muralla, dos puertas de acceso y el torreón del castillo.
Recorriendo sus callejas el viajero puede disfrutar con los mil y un detalles prestos a ser fotografiados, pues en Yvoire está cuidado hasta el más mínimo detalle. Una mención especial merecen las numerosas flores que engalanan toda la población. No en vano ha sido catalogada como village fleuré con la distinción de cuatro flores (la máxima que se concede). Hay que recordar que otro de los lugares interesantes de Yvoire es el jardín de los cinco sentidos, que se encuentra en el antiguo huerto del castillo.
Otra faceta que hay que resaltar de esta bella localidad francesa es su encantador perfil junto a las aguas del lago Léman, también conocido como lago Ginebra. En ese perfil destacan le recia figura del castillo, cuyo interior no se puede visitar al ser propiedad privada, y la torre de la iglesia con ciertos aires orientales. Dado que una de las posibilidades es llegar al la localidad en barco, nada mejor que ello para contemplar esta estampa tan fotogénica.
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