A orillas del río Dordoña.
La Roque-Gageac es un bonito pueblo de Francia enclavado en un espacio magnífico. Junto al río Dordoña, a los pies de un alto acantilado y próximo a otros pueblos con mucho encanto, es el lugar perfecto para pasar unos días de vacaciones en el país vecino.
La Roque-Gageac está ubicado en el departamento de La Dordoña, dentro de la región de Nueva Aquitania. Su exigua población no alcanza los quinientos habitantes. Tampoco tiene mucho margen de aumentar, pues el pueblo apenas cuenta con espacio por el que expandir su núcleo urbano.
El emplazamiento de este bonito pueblo de Francia es realmente increíble. La franja de terreno ubicada a los pies de un acantilado y junto al cauce del río Dordoña determina una fisionomía muy característica. Las casas están alineadas a lo largo del llano que queda bajo las rocas y abren sus puertas a la calle que las separa del río. Las construcciones poseen un tono homogéneo en sus fachadas y los tejados de todas ellas son de pizarra y puntiagudos. El resultado es un conjunto armonioso y bello. Tanto es así, que ya en la Edad Media lo eligió el obispo de Sarlat como residencia de verano.
El Lugar sobre el que asienta el pueblo está orientado al sur, por lo que disfruta de un clima suave. Esta privilegiada ubicación ha hecho que este rincón haya estado poblado desde la prehistoria. Por aquí anduvieron también lo romanos, como atestiguan algunos vestigios de su presencia. Por otro lado, el río ha sido su principal fuente de riqueza y su principal vía de comunicación. Pero también ha sido el medio por el que llegaron hasta allí algunos invasores como los vikingos.
Si el Dordoña trajo riqueza, las rocas del acantilado bajo las que se resguarda el caserío son las que ofrecen abrigo y protección, pero también desgracia. En 1957 se desprendió una gran roca destruyendo diez casas, matando a tres personas y cortando la carretera durante años. Posteriormente, como muy bien saben hacer las cosas en Francia, se reconstruyeron los daños logrando conservar el sabor a medievo que hoy día se respira en él.
La Roque-Gageac ha sido catalogado con todo merecimiento como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Es por ello que su visita es muy recomendable. Además, un viaje hasta estas tierras es un destino imprescindible para los amantes de los pueblos pintorescos. Junto a La Roque-Gageac el viajero puede conocer otras localidades de La Dordoña que tampoco tienen desperdicio. Beynac et Cazenac, Domme, Limeuil, Belvès o Monpazier son algunas de ellas. Incluso la cabecera de la comarca, Sarlat, está llena de encantos.
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