Remanso de paz junto al mar Mediterráneo.
Cuando el viajero trata de imaginar un pueblo español junto al mar Mediterráneo, espera una urbanización desmesurada cuyas construcciones, principalmente rascacielos, alcanzan la primera línea de la costa. En la mayoría de las situaciones así sucede. pero no siempre. Todavía es posible encontrar pequeños reductos en los que la urbanización desmedida todavía no ha llegado. San José, en Almería es uno de esos lugares.
San José está ubicado en el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata. Para llegar hasta allí es necesario circular por carreteras secundarias a cuyos márgenes se levantan mares de plásticos en cuyo interior se ha desarrollado una importante industria agroalimentaria. Nada parece indicar que esos caminos conduzcan a un paraíso, ni tampoco a grandes complejos hoteleros. Es como andar un poco perdidos con el coche por carreteras que parecen no dirigirse a ninguna parte. Aun con todo, cuando el viajero llega a la localidad de San José descubre que ha merecido la pena, y mucho, el viaje hasta allí.
San José es el núcleo urbano más grande del interior del parque y pertenece al municipio de Níjar. El blanco de sus casas contrasta con el gris oscuro de las tierras que le circundan ofreciendo, de ese modo, una estampa bastante llamativa.
San José era un antiguo pueblo dedicado, hasta no hace mucho tiempo, a la pesca. Ahora vive principalmente del turismo. Tal es así que sus apenas 800 habitantes se triplican en temporada alta. Al vivir del turismo son muchos los establecimientos dedicados a satisfacer las necesidades y placeres del turista: bares, restaurantes, tiendas de recuerdos, hoteles..., incluso el antiguo puerto pesquero ha cambiado su aspecto por otro más acorde al de los nuevos tiempos que vive. Ahora San José presume de puerto deportivo.
Los hoteles de esta localidad almeriense son de reducido tamaño. Nada que ver con esos mastodónticos resorts que se levantan en la costa mediterránea. Esta circunstancia genera un ambiente más amigable. Por eso también es el lugar elegido por algunos artistas bohemios para llevar una vida más acorde a su filosofía de vida.
En el mismo centro del pueblo, tras el paseo marítimo, se encuentra la magnífica playa de San José. Pero no es esta la única. Muy cerca, el bañista podrá disfrutar de otras magníficas playas como la de los Genoveses o la de Mónsul. Se puede llegar a ellas en el vehículo particular, pero hay que recordar que se encuentran en el interior del Parque Natural del Cabo de Gata, por lo que no se puede aparcar nada más que en las zonas habilitadas para dicho menester. Estacionar en otras zonas, o al lado del camino, puede suponer una desagradable sorpresa.
La aproximación hasta estas playas se realiza a través de una pista de tierra. Por ello, junto a las dificultadas para aparcar mencionadas antes, es recomendable utilizar el autobús que desde el pueblo acerca a los veraneantes a las diferentes playas.
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