Hablar de la gastronomía de Soria conduce de forma irremediable a los torreznos, plato destacado de la provincia de Soria. No es el único, pero es, sin duda, el más conocido y apreciado entre los foráneos. Tal es así que los locales les han bautizado con el apelativo de los langostinos de la tierra.
Visitar Soria es una idea excelente en cualquier época del año y por cualquier motivo. Uno de ellos puede ser conocer la capital, o ir por tierras de Medinaceli, o tal vez hacer alguna ruta temática. El románico soriano, los dinosaurios sorianos, el Camino del Cid, son algunas de las rutas temáticas. Los amantes de la naturaleza también cuentan con una oferta extraordinaria. El Parque Natural de Urbión y Laguna Negra, el Espacio Natural del Sabinar de Calatañazor o el Cañon del río Lobos son buenos ejemplos. Otro motivo puede ser, y no menos importante, la gastronomía.
La comida soriana ha alcanzado gran popularidad en los últimos años. Todos son productos de la tierra y todos de gran calidad. Una carta de cualquiera de los restaurantes provinciales nos podría mostrar algo parecido a lo que indicamos a continuación.
De primero se puede empezar por una sopa castellana o unas migas pastoriles.
A continuación habrá que decantarse entre carne o pescado. Para los amantes del pescado, una trucha obtenida en los ríos de aguas puras de la provincia podría ser una opción. Quien sea más de carne y además se encuentre en la zona conocida como los Picos de Urbión, la caldereta podría ser la elección. El cordero, el ajo, la cebolla y el tomate son sus ingredientes. Se cocinan a fuego lento, en caldereta de bronce y fuego de leña. También el comensal puede decantarse por la caza mayor: ciervo, venado corzo..., son algunas estupendas sugerencias.
No hay que olvidarse del postre: sobados, anisados, mazapanes y las conocidas tartas castradas. Este último es un postre compuesto de varias laminas de hojaldre rellenadas por nata o crema.
Si el viaje se realiza en otoño, será imprescindible tener en cuenta la micología: níscalos, boletus, champiñones, bien como plato principal, bien como aperitivo entre plato y plato, aportarán sabores inconfundibles.
Los torreznillos , conocidos como los langostinos de la tierra, que son tiras de panceta adobada y frita, serán imprescindibles en cualquier caso. Son la gran seña de identidad de la gastronomía soriana.
Un buen vino de la D.O. Ribera del Duero tampoco debe faltar en la mesa.
Terminada tan exquisita comida y, antes de marcharse de tierras sorianas, se debe comprar, en cualquiera de las tiendas de la provincia, mantequilla originaria del río Razón, que cuenta con denominación de origen. Tiene la particularidad de que se le añade azúcar durante su elaboración. Se dice que es debido a ello por lo que los postres sorianos son tan deliciosos.
Quien desee llevarse algún producto de la tierra, puede pasar por Muñoz Delicatessen. Una tienda situada en el número 34 de la calle Collado de la capital. Es una empresa familiar fundada en 1925 y que está dedicada al servicio del buen Gourmet.