Tramo más interesante de la Vía Verde del Alberche
La Ruta del Pantano de Picadas ofrece un entorno ideal para quienes quieran iniciarse en la práctica del senderismo fuera de los trazados urbanos. Es llana, no tiene ningún cruce que pueda dar lugar a confusión y está alejada de cualquier atisbo de vehículos de motor. Toda ella discurre junto a las aguas remansadas por el pantano de Picadas. El camino arranca por el margen izquierdo del Alberche y luego, tras cruzar el río por un puente levantado con pretensiones ferroviarias, continúa por el margen derecho.
El punto de partida se halla junto al puente por el que la carretera M-501 salva el cauce del río Albeche. A un lado del puente, aguas arriba, el excursionista puede contemplar la mole de hormigón de la presa del pantano de San Juan. Al otro lado del puente, en la parte más baja del río, hay una pequeña área recreativa y un aparcamiento. Un espacio ideal para el descanso y punto de partida de la Ruta del Pantano de Picadas.
Durante un recorrido lineal de algo más de seis kilómetros el paseante tiene que atravesar varios puentes, alguna que otra trinchera y hasta un túnel. Pero en ningún momento tendrá que subir o bajar pendientes, pues camina por la plataforma sobre la que se iban a instalar las traviesas de un ferrocarril. Un medio de transporte que no congenia demasiado bien con las pendientes pronunciadas.
El recorrido de ida y vuelta supera los 13 kilómetros, por lo que cada cual, en función de su preparación física, debe decidir si llega hasta la presa de Picadas, final del recorrido, o da la vuelta antes. Quien se adentre en esta ruta en bicicleta tiene la posibilidad de ampliar el recorrido llegando hasta la localidad de Aldea del Fresno, por un extremo del camino, o hasta San Martín de Valdeiglesias por el otro.
Esta Ruta del Pantano de Picadas forma parte de la Vía Verde del Alberche. Esta Vía Verde es transitable pero no cuenta con señalización específica ni mantenimiento y, además. es discontinua. Desde el punto que hemos tomado como inicio de la ruta, la Vía Verde queda interrumpida hasta Pelayos de la Presa, donde de nuevo aparece el trazado. Desde Pelayos continúa hasta San Martín de la Valdeiglesias hasta sumar un total de 14 kilómetros ampliables en dirección a Cadalso de los Vidrios con otros seis kilómetros. En ambos municipios se conservan los edificios de los viejos apeaderos.
Esta infraestructura ferroviaria quedó inconclusa, no viendo más trenes que el que se trajo por carretera para su inauguración y la correspondiente foto para la propaganda. Tal como vino, se llevaron la locomotora y el proyecto no tuvo más utilidad que el recreativo que senderistas y ciclistas le dan en la actualidad.
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