A los pies de la Sierra de Guadarrama
Desde la lejanía Buitrago de Lozoya se presenta como una ciudad medieval anclada en el pasado. Rodeada por las aguas del río Lozoya, las murallas parecen esconder callejones jalonados por casas de piedra y balcones de madera. La realidad no es la esperada, pero el alto en el camino si debe ser obligado, pues el lugar lo merece.
La localidad de Buitrago de Lozoya se ubica al norte de la comunidad de Madrid, a los pies de la Sierra de Guadarrama. Cuenta con una población próxima a los 2000 habitantes y es uno de los pueblos más grandes de la Sierra Norte de Madrid.
La estampa más icónica de la localidad es la que se obtiene desde la autovía A-2. La imagen que el viajero contempla desde el punto indicado es realmente sorprendente. Tras las aguas del río Lozoya remansadas por la presa de Puentes Viejas, se yergue altivo un perfecto recinto amurallado que otrora defendía todo el meandro en el que se enclava la villa. Esta imagen es un gran reclamo para que todo viajero que transite por esta carretera, en algún momento decida detenerse.
Callejeando por el interior de la localidad es posible que el viajero se sienta algo defraudado, pues lo que desde la lejanía se intuía como una población medieval, una vez en ella se descubre que no es tal. Pero no por ello hay que dejar de visitarla. Todo lo contrario. Lo que sucede es que las perspectivas de la estampa contemplada desde la lejanía hay que rebajarlas para no quedar defraudado.
Las murallas, muy restauradas ellas, se encuentran en bastante buen estado de conservación. De hecho se pueden recorrer por el camino de ronda, actividad altamente recomendable. Junto a ellas se levanta, en un estado de conservación muy mejorable, el castillo de los Mendoza, construido entre los siglos XIV y XV. De él sobresalen siete esbeltas torres que están pidiendo a gritos una mano restauradora.
En mejor estado encontrará el viajero la iglesia de Santa María del Castillo. Es un edificio medieval pero que está muy reconstruido, especialmente la techumbre de madera. Junto a esta iglesia se encuentra una de las puertas del recinto amurallado. Es la más llamativa y junto a ella destaca la torre del Reloj, también de origen medieval. En su construcción vemos combinada tramos de mampostería con otros de ladrillo. El resultado, recubierto por la pátina adquirida con el paso del tiempo, resulta agradable.
La ubicación de Buitrago de Lozoya se antoja como un lugar estratégico para iniciar muchas excursiones por la sierra más desconocida, y posiblemente hermosa, de Madrid.
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