Un recorrido lleno de posibilidades
La Vía de la Plata constituyó, desde la Edad de Bronce, uno de los caminos más importantes de la Península Ibérica. Su nombre, lejos de lo que muchos creen, se debe al término árabe “BaLaTa”, que hace referencia al camino empedrado de esta vieja calzada romana. Con más de 800 kilómetros entre ambos extremos, cruza la península de Norte a Sur.
Siguiendo la dirección Sur-Norte, la Ruta Vía de la Plata recorre siete provincias —Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, León y Asturias— de cuatro comunidades autónomas diferentes —Andalucía, Extremdura, Castilla y León y Asturias—. La Ruta Vía de la Plata permite a quien se atreva a recorrerla descubrir los recursos históricos, naturales, y culturales de las diferentes zonas geográficas que por las que discurre. El viajero se topará con lugares tan excepcionales que han recibido los parabienes de ser declarados Patrimonio de la Humanidad.
Uno de los grandes recursos que posee esta ruta es la naturaleza. Desde zonas marítimas a cursos fluviales, pasando por montañas y valles, la Ruta Vía de la Plata alberga una gran riqueza ecológica y una enorme variedad de paisajes. Comenzando por la Vega del Guadalquivir, en Andalucía, pasando por sierra Morena, surcando las dehesas del Guadiana y Tajo, alcanzando las llanuras cerealistas de Castilla y llegando a la cordillera Cantábrica junto al mar Cantábrico. La Ruta Vía de la Plata cuenta en su itinerario con cuatro Reservas de la Biosfera y dos Parques Naturales, junto a numerosos parques que hacen de este lugar un viaje maravilloso para los amantes de la naturaleza.
En el ámbito cultural la Ruta Vía de la Plata ofrece un amplio y variado catálogo formado por los vestigios heredados de los diferentes pueblos que ocuparon estas tierras a lo largo de la historia. Los viajeros podrán contemplar desde el legado árabe de Andalucía al prerrománico asturiano, pasando por los monumentos romanos de Extremadura, el románico zamorano o el barroco sevillano. Todo ello sin mencionar los numerosos ejemplos de arquitectura contemporánea que han ido generando a lo largo y ancho de la Ruta.
Del mismo modo, la Ruta Vía de la Plata ofrece un amplio abanico de posibilidades para los amantes del deporte. Las características de su trazado e infraestructuras sirven para que la bicicleta tenga un especial protagonismo en este histórico itinerario. El recorrido completo de la ruta puede realizarse en unos doce días. El senderismo también tiene su hueco, aunque son los amantes del motor sobre dos ruedas quienes encontrarán un itinerario espectacular para recorrer en moto.
En cualquier lugar de la Ruta el viajero encontrará una gastronomía con sello propio. Tres vinos con denominación de origen se encuentran en la Ruta Vía de la Plata, junto a otros más de 60 productos con denominación de origen, indicación geográfica o marca de garantía. Todos ellos son sellos que aseguran al comensal que hacer un alto en el camino para degustar sus platos es también sinónimo de calidad.
