Plaza Mayor de Tembleque, en Toledo

Monumento nacional desde 1973

La plaza de cualquier pueblo o ciudad es, en cierto modo, el corazón en el que se percibe el palpitar y el dinamismo de la localidad. Allí se reúnen los más jóvenes a soñar con un futuro esperanzador y los más ancianos a recordar los tiempos pasados. En ella se celebran los mercadillos y demás eventos. Pero en Tembleque, en cierto modo, sus vecinos han dado la espalda a su Plaza Mayor de tal modo que casi siempre presenta un aspecto algo desangelado. Ello, quizá, es debido a que no hay ningún bar o establecimiento que ejerza de foco de atracción.

La Plaza Mayor de Tembleque es un espacio singular de Castilla La Mancha, y de un elevado valor artístico. Tal es así, que fue declarada Monumento Nacional en 1973. Es de planta cuadrangular y tres de sus cuatro costados están formados por dos galerías corridas de madera sobre unos soportales sostenidos por columnas de granito. Llama la atención entre los elementos decorativos del antepecho la presencia de la Cruz de Malta. La razón de la repetida representación de este icono es debida a que la localidad perteneció en el pasado a los Caballeros de la Orden de San Juan.

Los orígenes de la Plaza Mayor de Tembleque se remontan al siglo XVII. Incluso hay quienes ponen fecha concreta a su fundación, 1624. Fue en ese año cuando, según está documentado, se celebró una corrida de toros a la que asistieron como espectadores de lujo el escritor Francisco de Quevedo y hasta el mismísimo rey Felipe IV.

Esto de correr los toros en la Plaza Mayor de Tembleque no fue algo excepcional. Más bien todo lo contrario. Su estructura con galerías corridas y unidas a los otros laterales en los accesos al recinto denotan que una de las finalidades para la que fue construida era precisamente la de servir de coso taurino. De hecho han sido innumerables los festejos taurinos celebrados en ella. Eso sí, esta función ha quedado relegada al pasado, pues fue en 1987 cuando se celebró allí la última corrida de toros.

La Plaza Mayor es el principal atractivo de la localidad toledana de Tembleque hasta tal punto que es considerada una de las plazas mayores más bonitas de Castilla la Mancha. Pero una visita al pueblo también debe llevar al viajero a conocer la cercana iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con aires monumentales. En la ermita de la Vera Cruz llama la atención su planta octogonal, cuya figura era relativamente frecuente el los templos patrocinados por las órdenes templarias, como es el caso. Actualmente alberga la biblioteca municipal. Un edificio civil que debe mencionarse es la llamada Casa de las Torres, con una llamativa fachada barroca.

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