En el corazón del Valle del Jerte
El casco histórico de esta villa presenta una forma
urbanística triangular. La calle principal, está dividida en tres tramos con
tres nombres diferentes: Calle del Puente, La Plaza y Calle del Hondón. Es en
esta calle principal donde se pueden encontrar la mayoría de los edificios emblemáticos del municipio, con fachadas de sillares y escudos nobiliarios. Pero lo que más llama la atención a los visitantes son sus balcones de madera, de gran rusticidad y belleza.
Cabe destacar en la Villa, como edificio más sobresaliente, el de la Iglesia de San Miguel Arcángel, ubicada en el solar de lo que fuera la sinagoga hebrea. Fue donada al concejo cabezueleño en 1494. Contiene en su interior un precioso retablo barroco.
También son varias las ermitas religiosas que posee la localidad. Las de Santiago y San Felipe son del siglo XVIII aunque hay que destacar la de la Virgen de las Peñas Albas, barroca y patrona de la Villa. En esta última destaca el retablo, las pinturas de la bóveda y la imagen de la Virgen.
Además se debe visitar el Museo de la Cereza. Muestra a
través de paneles interpretativos las formas de cultivo y la elaboración de la
cereza picota.
Muchas y variadas son, tanto las rutas como las piscinas naturales a las que se puede acceder desde Cabezuela del Valle. La Pesquerona, El Nogalón, La Picaza o El Vao son solo algunas de las piscinas naturales que se pueden visitar en los alrededores. La ruta de las Juderías, de unos 14 kilómetros, que va desde Cabezuela hasta Gargantilla y la ruta de senderismo del Convento, de solo cuatro kilómetros, son un buen ejemplo de las muchas y diferentes alternativas que ofrece Cabezuela del Valle y todo el espectacular Valle del Jerte para practicar el senderismo. Pero quizá la senda más conocida es la que se adentra a la Reserva Natural de la Garganta de los infiernos por Los Pilones.
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