Ruta junto al río Manzanares.
La ruta desde Madrid al Cerro de los Ángeles, perteneciente al municipio de Getafe, que se propone en este artículo comienza en el extremo sur del Madrid Río. Más concretamente desde el Parque Lineal del Manzanares. Para quien resida en un barrio retirado, puede llegar hasta aquí en metro, apeándose en las estaciones de Legazpi o Doce de Octubre. Si se prefiere llegar hasta el punto de inicio de la ruta en vehículo propio, no hay problema en estacionar en los aparcamientos situados en Camino Perales, junto a cualquiera de las entradas del Parque Lineal del Manzanares.
Puestos en marcha la ruta a seguir es muy sencilla. Hay que tomar los caminos situados junto al cauce del río y continuar, en el mismo sentido que las aguas del Manzanares, dejando a un lado las instalaciones de la Caja Mágica, hasta el final del camino. Allí se continúa dirección a Perales del Río. Justo antes de entrar en esta población se sigue la marcha por un carril bici que parte a la derecha de la dirección que se lleva y, tras cruzar la carretera por cualquiera de los subterráneos, encaminar los pasos, a través de caminos rurales, hacia el cerro que queda bien visible. El último tramo del recorrido consiste en subir a lo alto de la montaña por entre el frondoso bosque de pinos.
La ruta de Madrid al Cerro de los Ángeles que se propone en este artículo recorre una distancia de unos 11 kilómetros, que se convierten en 22 si se hace de ida y vuelta. Salvo la última subida al cerro, es prácticamente llana, por la que, si no se tiene en cuenta la distancia, es de baja dificultad.
El Cerro de los Ángeles es considerado por algunos como el centro geográfico de la Península Ibérica. Una creencia que junto al hecho de levantarse como un otero entre las llanuras del sur de Madrid, lo convierten en un punto con cierto magnetismo. Quizá por ello se construyeron allí varios edificios de índole religiosa. En él se levanta la ermita de Nuestra Señora de Los Ángeles, patrona de Getafe, el monumento al Sagrado Corazón, inaugurado por el rey Alfonso XIII en 1919, un convento de Carmelita y el seminario Diocesano de Getafe.
Este lugar también fue escenario de algunas batallas por su control durante la Guerra Civil española. Durante estas escaramuzas, tanto las tropas republicanas, como las sublevadas, realizaron varias obras de fortificación. Por ello en sus laderas el caminante puede encontrarse con algún que otro vestigio de la Guerra Civil, siendo los más característicos los búnker.
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