Romangordo, el pueblo de los trampantojos

 Un bonito museo al aire libre

En la provincia de Cáceres, cercano al Parque Nacional de Monfragüe, a la monumental ciudad de Trujillo y a escasos cinco minutos de la autovía A-5, se encuentra ubicado este pintoresco pueblecito cacereño que, con apenas trescientos habitantes, se ha convertido en un atractivo turístico debido a sus conocidos Trampantojos, o engaños a la vista.

Desde septiembre de 2016 se han ido llenando de color las calles de este pequeño pueblo. Todo partió de una iniciativa del Ayuntamiento llevada a cabo  por artistas extremeños con quienes han colaborado alumnos de Bellas Artes de Madrid. El resultado ha sido un conjunto de pinturas murales de gran interés.

Casi un centenar de estas pinturas al aire libre decoran puertas y paredes que, junto a frases de poetas como Machado o Federico García Lorca, nos muestran escenas cotidianas de antaño, oficios y costumbres ya casi olvidadas. Una calle típica, mujeres haciendo la colada, niños jugando, un gatito sigiloso, animales de granja y oficios desaparecidos como oficinistas, la sastrería o la herrería son algunas de las imágenes que se pueden ver. Imagines de una vida rural casi desaparecida de la vida actual que constituyen todo un museo al aire libre.

La oficina de Turismo está situada en la Casa de los Aromas. Es un complejo cultural con un hermoso jardín y una sala interpretativa que también se debe visitar. En ella se puede conseguir un mapa para poder descubrir todas estas fantásticas obras.  

Estos murales al aire libre son una excusa más que sobrada para visitar Romangordo. Pero este bonito y peculiar pueblo cuenta también con muchas rutas para disfrutar de la naturaleza y que son ideales para los amantes del senderismo. También se pueden recorrer en bici o a caballo.

Una de esas rutas es la de Makjada Albalat. Son 13 kilómetros y en ella se pueden visitar las ruinas de una Medina Musulmana a orillas del río Tajo. La Ruta de los Callejones es más corta. Son dos kilómetros y medio muy cómodos y agradables, sin apenas desniveles, para aquellos que solo deseen dar un pequeño paseo.

La Ruta de los Ingleses tiene un trazado de dieciséis kilómetros por lo que su nivel es más exigente. Arranca en el merendero de Romangordo y su trazado corresponde al último tramo del recorrido que realizaron los soldados desde la vertiente sur de la sierra de Miravete hasta el fuerte que Napoleón había instalado en Lugar Nuevo.

Romangordo, con sus trampantojos, se ha convertido en todo un atractivo turístico de Extremadura. Unido a su excelente ubicación y su cercanía al Parque Nacional de Monfragüe hacen de él un lugar ideal para completar un fin de semana de descanso y lleno de sensaciones.

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