Simbiosis de arquitectura popular y naturaleza
Muchos son las construcciones populares ante las que merece la pena detenerse en este
bonito pueblo. Edificios que aún conservan numerosos elementos tradicionales como el entramado de madera típico de
esta zona de Extremadura.
Algunos de los edificios más fotogénicos de Garganta la Olla son:
Ermita del Cristo del Humilladero. Se encuentra a la entrada
del pueblo. Fue Construida en el siglo
XVI siendo lo más llamativo su altar de azulejos de Talavera.
Casas de Postas. Se levantó en 1576 y fue utilizada como posada de viajeros durante la
época de en la que Carlos V anduvo por estas tierras.
Casa de las muñecas. Su fachada está pintada en un tono azul lo cual sirvió para distinguirla del resto de edificaciones ya que funcionó como prostíbulo al que acudían
las tropas del emperador.
Museo de la Santa inquisición en cuyas instalaciones puede visitarse la sala
de torturas pensada para el sufrimiento de los presos.
Casa de la Peña, situada en el barrio de la huerta. Es una peculiar
casa que se mantiene sujeta por tres maderos encajados en una peña y con cuya disposición se aprovecha ingeniosamente el espacio.
Casa de Feliz Masón. Era la morada de una adinerada familia y
posee un escudo en piedra en su fachada.
En Garganta la Olla también destaca su coqueta Plaza Mayor donde se encuentra el Ayuntamiento y una pequeña fuente de varios chorros en el centro.
Pero más allá de esta o aquella construcción, en Garganta la Olla destaca el conjunto urbano. Son muchos los rincones con encanto para admirar dando
un bonito y tranquilo paseo. Calles estrechas, balcones de madera, entramados de madera y cuidadas flores y
macetas por doquier para disfrutar de un pausado paseo.
Si es naturaleza, o quizás un refrescante chapuzón lo que se está buscando, Garganta la Olla es el lugar ideal. Muchas son las gargantas en las que disfrutar de un buen baño. A tan solo un km se encuentran las piscinas naturales conocidas como Garganta Mayor y diferentes pozas río arriba a las que es fácil llegar caminando.
Naturaleza, baño, arquitectura popular y gastronomía típica del lugar -migas y patatas
revolconas- convierten al pueblo de Garganta la Olla en un destino ideal para un fin de semana
inolvidable.
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