Un merecido alto en el Camino
El primer atractivo turístico que se debe visitar en esta bonita ciudad es la Catedral. De arquitectura proto-gótica, la catedral de Santo Domingo de la Calzada está ubicada sobre el mismo Camino de Santiago y es conocida por la famosa leyenda del gallo y la gallina. En su interior destacan el Retablo Mayor, la tumba y el sepulcro de Santo Domingo. En el exterior destaca su torre exenta a la que se debe subir para poder disfrutar de las magníficas panorámicas que desde ella se obtienen.
La torre, que como se decía anteriormente se encuentra separada del cuerpo principal, es de estilo barroco y es la más alta de La Rioja. Exactamente mide 69 metros de alto. Dentro se puede visitar el Museo de los Relojes y el campanario. Una planta de la torre ha sido perfectamente rehabilitada para albergar el Museo de Relojes, que expone piezas singulares tanto de relojes como de campanas, fotografías y dibujos.
Otro lugar de obligada visita es la ermita de la Virgen de la Plaza, frente a la Catedral. Se cree que aquí fue donde el santo construyó la primitiva ermita alrededor de la cual fundo el pueblo. Muy cerca se haya la Plaza Mayor que se ha utilizado a lo largo de su dilatada historia como mercado y de plaza de toros. En ella destaca el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII.
El antiguo hospital del siglo XII, junto a la catedral, fue construido para dar cobijo a los peregrinos y posteriormente utilizado como albergue para los que recorrían el Camino de Santiago. En la actualidad es el Parador de Santo Domingo de la Calzada. Tiene planta basilical, tres naves y una fachada principal con una puerta del siglo XV que aún conserva. Posee un vestíbulo rodeado de arcos góticos y artesonados de madera. Ideal para descansar después de una larga jornada haciendo el Camino.
Un poco más alejado del centro de la ciudad se levanta el convento de San Francisco construido en el siglo XV y posteriormente reconstruido en el siglo XVI. En él podemos encontrar el segundo parador de turismo que posee la ciudad, el de Santo domingo Bernardo de Fresneda. Actualmente es uno de los mejores establecimientos hoteleros de la ciudad.
Aunque Santo Domingo de la Calzada concentra sus monumentos en la Plaza del Santo, hay que destacar que la población se desarrolló de forma lineal, en torno al trazado del Camino de Santiago. Así pues, es necesario recorrer todas las callejas, pues en ellas se descubrirán muchas casas nobles como la Casa de los Trastamara, la Casa de los Ocio, la Casa del Márquez de la Ensenada o la Casa de Lorenzo de Tejada que en la actualidad alberga la Biblioteca Municipal y es el mejor ejemplo de arquitectura gótica de La Rioja. También se conservan restos de las murallas, aunque la mayor parte se hayan utilizado para construir otros edificios.
En la parte nueva de la ciudad destaca el Paseo del Espolón. Allí se han instalado numerosos bares y restaurantes con terraza que dotan de gran dinamismo a esta zona de la ciudad.
La leyenda del gallo y la gallina.
Cuenta la leyenda que un joven acusado injustamente de ladrón fue condenado a morir en la horca. Ejecutada la condena, el joven fue devuelto a la vida por gracia y milagro de Santiago. Cuando le narraron los hechos al corregidor de la ciudad, éste, que se disponía a comer, no los creyó afirmando taxativamente: "tan vivo está el joven como el gallo y la gallina asados que voy a comer". En ese momento las aves recuperaron milagrosamente sus plumas y la vida.
En el interior de la catedral hay un gallinero en el que en cualquier momento se pueden contemplar un gallo y una gallina vivos para recordar este milagro. La leyenda del Gallo y la Gallina de Santo Domingo de la Calzada ha sido declarada Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial por parte del gobierno de La Rioja.
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