Recorrido por la Vía Verde de Irati
Para visitar la Foz de Lumbier, lo más aconsejable es ir en coche hasta el aparcamiento que ha sido habilitado justo antes de entrar a la reserva natural. En ese punto, además de poder dejar aparcado el vehículo, los visitantes encontrarán un punto de información, fuentes, mesas para picnic y aseos. Este aparcamiento es de pago.
Una vez estacionado el vehículo, los visitantes deben seguir un cómodo camino de tierra que aprovecha la plataforma sobre la que se asentaban las traviesas del trazado ferroviario del tren de Irati. El camino siempre discurre por el margen izquierdo del río y atraviesa dos túneles. El segundo de los túneles, de unos cien metros de longitud, está en curva, por lo que es conveniente ayudarse da algún tipo de luz. Al final de la Foz de Lumbier se conservan los restos del Puente del Diablo. que fue destruido durante la Guerra de la Independencia.
El Irati, que así era conocido el tren que recorría esta vía, fue inaugurado el 23 de abril de 1911 y unía las localidades de Pamplona con la de Sangüesa a través de un total de casi 60 kilómetros. El último convoy, antes de su desmantelamiento, transitó por estos lares en 1955. Los considerables avances en el transporte por carretera convirtieron esta infraestructura en poco competitiva. Como curiosidad de este antiguo trazado cabe destacar que fue el primer tren electrificado de España de ancho métrico. También constituyó un hito el puente con el que, cerca de Liédena salvaba el cauce del río, ya que fue uno de los primeros de España que se construyó con hormigón.
De los 59 kilómetros del antiguo trazado ferroviario del tren de Irati, seis de ellos se han habilitado como vía verde. Son los que van desde la localidad de Lumbier hasta la de Liédena. Hay proyectos que plantean ampliar este recorrido. En cualquier caso, de estos seis kilómetros de vía verde, los más concurridos y agradables son los que se recorren por el interior de la Reserva Natural de la Foz de Lumbier.
La Vía Verde de Irati, que como se ha dicho anteriormente tiene una longitud de seis kilómetros, puede ser dividida en tres tramos bien diferentes. El primero es el que, partiendo desde la localidad de Lumbier, llega hasta el aparcamiento de la Foz de Lumbier. En este tramo, de aproximadamente un kilómetro, hay que compartir espacio con los coches, pues está asfaltado y abierto a la circulación de vehículos. Así pues se puede prescindir de él.
El segundo tramo de la Vía Verde de Irati es el que va desde el aparcamiento hasta la salida del segundo túnel. Es el más interesante, pues es el que recorre el corazón de la Foz de Lumbier. Es fácil ver sobrevolar a los majestuosos buitres leonadas que encuentran en las cavidades de las paredes calizas el hábitat ideal para nidificar.
El tercer tramo, de algo más de un kilómetro, es el que va desde la salida del segundo túnel hasta la localidad de Liédena. Este tramo discurre entre campos de labor, teniendo que salvar la autovía por un paso inferior. Este último tramo es poco concurrido, pero bien merece completarlo para ver en Liédena los antiguos edificios de la estación. En Liédena es recomendable recorrer el Paseo del Tren de Irati donde unas instantáneas ayudan a comprender la historia de este tren.
La Foz de Lumbier ha sido un paso natural para salvar estas parte de la Sierra de Leyre, de la que forma parte. Muy cerca de este cañón se encuentra la Foz de Arbaiun, que no por menos conocida es menos hermosa. Otros lugares muy próximos y que merecen la pena ser visitados son el Monasterio de Leyre y el castillo de Javier. Los amantes de la arqueología tiene una cita obligada en yacimiento de la Villa Romana de Liédena.
Localiza el destino en el mapa: