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Pulpo a la Gallega o a feira.

Una de las señas de identidad gastronómicas de España

Pulpo a la gallega
El  pulpo a feira, o a la gallega, es una de los platos imprescindibles en cualquier taberna de tapas. Especialmente lo es si la tasca o local en cuestión si se sitúa en el noroeste de la península Ibérica. Su preparación, siguiendo las pautas adecuadas, es sencilla y su creciente precio lo están convirtiendo en un plato cada vez más codiciado y valorado entre los comensales más sibaritas.

Según algunos estudiosos del asunto, los orígenes del pulpo a la gallega tal como lo conocemos hoy, no se remontan a Galicia, como a priori se pensaría, sino que se localiza en tierras leonesas. Más concretamente se atribuyen sus orígenes a los arrieros maragatos, responsables de transportar mercancías entre la costa gallega y el centro peninsular.

Pulpo a la gallega

Estos arrieros maragatos comían en cada lugar lo que más a mano tenían. En no pocas ocasiones, lo que más a mano tenían era el pulpo, especialmente cuando se hallaban en ferias. De ahí procede que también se le conozca al pulpo a la gallega como a feira.

El pulpo, previa congelación, debe cocerse durante 45 minutos. Eso sí, al principio debe sumergirse y sacarse del agua que comienza a hervir tres o cuatro veces durante un minuto. Según los entendidos en el tema, con este proceder se asusta al cefalópodo.

Cachelos

Si bien en sus orígenes el pulpo se servía sin patatas, pronto se añadieron estas al plato. Así pues, el pulpo a feira se come con patatas que, si son gallegas, se llamarán cachelos. Pulpo y cachelos se sirven caliente en un plato de madera, a ser posible humedecido con el agua de la cocción del pulpo. Sobre él se echará, en este orden, aceite de oliva virgen, sal gorda a gusto del consumidor y pimentón, a ser posible de la Vera. Lo mismo da si el pimentón es dulce o picante. Cada cual que decida por si mismo.

Como acompañamiento del pulpo a la gallega se recomienda un vino blanco. Si es un albariño servido en las características tazas blancas, tanto mejor. También sería interesante no perder de vista un pan gallego para que la vianda sea completa y perfecta.

Pulpo a la gallega

Contrariamente a los que cabría pensar, el mejor pulpo no se come en ciudades portuarias, sino en el interior de Galicia. Baste recordar que entre las numerosas ferias celebradas en honor a este preciado molusco, la más conocida es la de Carballino, en Orense. también se haya en la provincia de Orense, y más concretamente en Verín, uno de los locales más recomendables en la degustación de este singular manjar: la Casa del Pulpo de Verín.