Cabeza del marquesado de Zenete
El castillo granadino de La Calahorra fue construido sobre una antigua fortaleza árabe. Sus muros se levantaron entre 1509 y 1512 materializándose en él los sueños de grandeza de Don Rodrigo De Vivar y Mendoza.
Según algunos historiadores del arte, la fortaleza de La Calahorra es la primera obra con trazas renacentistas edificada en la Península Ibérica. Desde el exterior se puede ver un edificio de planta rectangular, flanqueado por cuatro torres cilíndricas en cada uno de sus ángulos. El interior gira en torno al patio central de dos pisos de alzada. Solo tiene una puerta de acceso que mantiene los materiales originales y sobre ella se puede ver el escudo de los Fonseca, las armas de la familia Mendoza y unas flores de lis haciendo referencia al Duque de Medinaceli.
En el edificio destaca su magnífico patio interior renacentista de dos pisos con delicados arcos, preciosas balaustradas de mármol de Carrara y una escalera claustral de gran interés artístico. Las dependencias interiores están cubiertas de diferentes artesonados. El castillo está declarado como Bien de Interés Cultural y pertenece a la Casa del Duque del Infantado. Su interior se puede visitar los miércoles solicitándolo previamente a un encargado que los propietarios tienen en el pueblo.
El castillo es el principal atractivo turístico de La Calahorra. Pero en el casco urbano sobresalen los edificios de la iglesia, la ermita de san Gregorio y alguna casa palaciega a la que el tiempo no ha tratado demasiado bien. La Calahorra forma parte de la asociación de Los pueblos Mágicos de España.
Desde la localidad de La Calahorra se puede aprovechar para visitar al Puerto de la Ragua y los bellos paisajes que ofrece el Parque Nacional de Sierra Nevada en su vertiente Este. Desde el Puerto de la Ragua se pueden realizar multitud de actividades como esquí de fondo, rutas por senderos o travesías de alta montaña.
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