Lugares destacados de Cork

Que hay que conocer en una visita a esta ciudad irlandesa

La ciudad de Cork es la segunda más populosa de Irlanda tras Dublín, y la tercera más grande de la isla siendo superada también por Belfast, ya en Irlanda del Norte. Con una historia muy convulsa, Cork es una cita imprescindible para quien esté recorriendo el país esmeralda, que es el sobrenombre con el que se conoce a Irlanda por el sempiterno verde que colorea sus campos. A continuación se citan los ocho lugares imprescindibles que hay que visitar cuando se viaja a Cork.

1.- Mercado Inglés. Uno de los lugares más destacados de la ciudad irlandesa de Cork es el Mercado inglés (English Market). Su origen se remonta a 1788, cuando un grupo de mercaderes protestantes montaron en él los puestos para la venta de sus productos. De ahí procede su nombre. En aquella época el mercado de los protestantes tenía que competir con el de los católicos. Con el paso del tiempo solo el inglés ha sobrevivido, aunque no sin grandes sobresaltos. Entre ellos cabe destacar el incendio que casi acabó con él. Incluso a finales del siglo pasado estuvo a punto de ser destruido para convertirlo en un aparcamiento. Hoy día es un espacio gastronómico con mucha vitalidad y muy querido entre los irlandeses, quienes acuden en masa para mezclarse con los numerosos turistas que se dan cita en él. Sus peculiares techumbres le han llevado a ser considerado como el mercado victoriano más hermoso de toda la isla.

2.- Antigua cárcel. Otra visita imprescindible de Cork es la antigua cárcel, Cork City Gaol. Durante un siglo este edificio sirvió para recluir a numerosos presos y presas, ya que principalmente fueron estas últimas sus inquilinas mayoritarias. Comenzó a funcionar en 1824 y se mantuvo activa hasta 1923. En la actualidad el edificio de la cárcel está museizado siendo uno de los lugares más destacados que es necesario visitar en la ciudad de Cork. Tras los muros de este bello edificio neogótico el visitante puede descubrir a través de los paneles informativos y las realistas recreaciones las truculentas historias de algunos de los presos más famosos.

3.- Catedral de San Finbar. La catedral de San Finbar es otro de los lugares destacados que hay que ver en Cork. Dos son las razones. Una por la espectacularidad del edificio neogótico construido en el siglo XIX. Con un presupuesto inicial de 18000 libras, la obra llegó a tener un sobrecoste superior a las 100000 libras. La segunda razón por la que hay que visitar la catedral de Cork es porque recuerda los orígenes de la ciudad. San Finbar fue un monje que fundó en el siglo VI un monasterio que sería el germen de la actual ciudad. En su honor se construyó la catedral, siendo el patrono de la localidad. En su interior, entre los numerosos tesoros que alberga la catedral, hay que destacar la belleza de sus vidrieras que generan un ambiente muy acogedor.

4.- Iglesia de Santa Ana. La torre de la Iglesia de Santa Ana es otra de las visitas obligadas de la ciudad. En torno a ella se ha generado una curiosa leyenda urbana que ha llevado a conocerla por los locales como el mentiroso de las cuatro caras. Este sobrenombre de debe a que en cada una de las cuatro caras de la torre de la iglesia de Santa Ana existe un reloj cuya hora no coincide ni entre ellos.

5.- Castillo de Blarney. El castillo de Blarney es otro de los lugares imprescindibles de Cork. Situado a las afueras de la ciudad, en él destacan, además de la construcción del siglo XV, los bellos jardines que rodean la fortaleza. Uno de los ritos que deben cumplir los turistas que hasta el castillo de Blarney se acerquen es besar la piedra de la elocuencia. En la zona más alta del castillo es necesario colocarse en una postura acrobática, superando cualquier miedo a las alturas, y besar la piedra por su parte inferior. Según cuenta la leyenda, quien cumple el ritual descrito obtendrá el don de la elocuencia. Uno de los rincones más curiosos de los jardines que rodean el castillo y al que hay que prestar especial atención es el jardín venenoso, en el que se reúnen un conjunto de plantas altamente venenosas.

6.- Riberas del río Lee. Cork es atravesado por el cauce del río Lee. O más que atravesar, hay de decir que el río es partido en dos dejando en el centro una isla sobre la se levanta la parte más antigua de la ciudad. Junto al cauce del citado río se levantan, en algunos tramos, unas coloristas fachadas que resultan muy fotogénicas. Amén de unas estampas tan coloristas, en algunas zonas de la rivera se abren interesantes paseos.

7.- Típicas tabernas irlandesas. Como en cualquier otra ciudad de Irlanda, las tabernas son lugares que no pasan desapercibidos para los turistas. Así pues, tomarse una buena pinta en alguna de estas tabernas es algo obligado para los turistas. En ellas se compartirá espacio con los corkonianos, quienes saben disfrutar de la vida como ningún otro, dándole a la ciudad un ambiente festivo de forma casi ininterrumpida.

8.- St Patrick´s Street. Además de todos los lugares citados anteriormente, una visita a Cork, como en cualquier otra ciudad, no sería completa si el viajero no se deja perder por sus calles. Entre ellas destaca la de St Patrick´ Street. Es una de las calles más transitada debido a los comercios que allí se localizan. De hecho ha sido reconocida como la mejor calle comercial de Irlanda.