Una joya búlgara
El monasterio fue fundado en el siglo X por San Juan de
Rila, un eremita canonizado por la iglesia ortodoxa. Fue un cortesano búlgaro que
con solo 25 años decidió retirarse a la
montaña de Rila. Vivió allí en una cueva
en plena naturaleza. Su vida de santidad atrajo a muchos seguidores que siguieron su ejemplo de vida en la montaña. Todos esos seguidores decidieron construir un
monasterio que sirviera de refugio para los cada vez más numerosos ermitaños.
El monasterio fue destruido en un pavoroso incendio a comienzos del siglo XIX, pero resurgió de sus cenizas tras la reconstrucción llevada a cabo entre 1834 y 1862.
El conjunto monacal se levanta en plena naturaleza y tras recorrer la solitaria
carretera de montaña que conduce hasta él, el viajero se topa con las grandes murallas de
más de 20 m que protegen el monasterio.
La puerta Dupnitsa es la entrada principal al recinto, y tras franquearla la belleza del recinto impresiona. En el
centro del patio se yergue la iglesia de la Natividad y la torre Hrelyova. La decoración de los frescos con motivos bíblicos que cubren
las paredes y los techos de la iglesia de la Natividad te dejaran sin palabras,
además de su característica decoración en rayas negras, rojas y blancas.
Alrededor de la iglesia abren sus puertas más de 300 celdas monásticas decoradas
con una singular y rica decoración única en Europa. Sus muros con arcos y colores
combinados con el uso de la piedra y la madera logran un resultado decorativo inolvidable.
En el interior de la iglesia se puede visitar el arca donde se esconde una de las reliquias del santo. Además es posible visitar la tumba del rey Boris III, que según cuenta la leyenda fue asesinado después de negarse a entregar a los judíos búlgaros a los nazis.
Junto a la iglesia se yergue la sobria torre Hrelyova, que es el elemento más antiguo del Monasterio de Rila. Sus orígenes datan de siglo XIV y su interior servía de refugio de los monjes cuando el Monasterio era atacado. La torre tiene una altura de 23 metros y en la planta baja se encuentra una pequeña tienda de recuerdos.
Otro elemento a tener en cuenta cuando se visita el Monasterio de Rila son los museos. Hay tres, el de los Iconos, el de historia y el de las cocinas. En ellos se puede conocer un poco más de este bello rincón de Bulgaria.
El acceso tanto al monasterio como a la iglesia es gratis. Para visitar el monasterio desde Sofía se puede hacer en coche, en bus o contratar uno de los numerosos tour que te incluyen el monasterio de Rila y la iglesia Boyana, igual de impresionante que el monasterio, y que se debe visitar si se visita Bulgaria. Alrededor del Monasterio de Rila se pueden realizar interesantes excursiones como la que lleva hasta los siete lagos.
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