Situado junto a la frontera española
El pequeño pueblo de Monsanto se localiza junto a la frontera española, en el distrito de Castelo Branco, región Centro de Portugal. Aunque no es fácil llegar a él, merece la pena, pues su entramado urbano, adaptado como pocos al terreno en el que se levanta, ofrece al visitante una belleza increíble.
Monsanto, como se decía más arriba, se encuentra junto a la frontera española, lo cual ya deja entrever su carácter defensivo. Para dicha defensa nada mejor que su ubicación: una escarpada ladera coronada por un castillo del que todavía se conservan buenos lienzos de muralla y desde el que se obtienen excelentes panorámicas de las dehesas circundantes.
Por la ladera, ocupando los espacios y huecos que dejan las enormes rocas graníticas, se han ido construyendo las viviendas de los pobladores que desde tiempos lejanos se han asentado en este lugar. Esa mezcla de rocas naturales con muros de mampostería ofrecen un camuflaje perfecto que solo es roto por el rojo intenso de las tejas de las cubiertas. Esas construcciones, modestas, pero bien cuidadas, ofrecen al visitante un espectáculo maravilloso.
El ambiente medieval que se respira por su entramado urbano le ha llevado a formar parte junto a
Castelo Mendo, Almeida, Castelo Novo, Sortelha, Belmonte, Linhares da Beira, Trancoso, Idanha-a-Velha, Castelo Rodrigo, Piódão y Marialva del selecto grupo de la
Red de Aldeas Históricas Portuguesas. Como curiosidad, hay que saber que en un certamen del año 1938
Monsanto fue elegido como el "
Pueblo más portugués de Portugal". Esta selección ya no se volvió a organizar nunca más por lo que esta singular declaración la luce en exclusiva
Monsanto.
Llegar hasta la pequeña población de
Monsanto no es sencillo, ni desde
España, pese a estar enclavado junto a la frontera extremeña, ni tan siquiera desde
Portugal. Se asienta en una de las zonas más despobladas del país, por lo que las carreteras no son especialmente buenas. Aun así, su fama atrae a numerosos turistas, por lo que es recomendable evitar los días más concurridos para disfrutar plenamente de su encanto. Si la visita se realiza en los días de mayor afluencia turística, hasta estacionar el coche, única forma para poder llegar, será complicado.
La belleza de Monsanto también es diferente dependiendo de la época del año en que se visite. En verano el sol del centro portugués bañara con el intenso color azul del cielo el horizonte. Pero si la visita se organiza en invierno y coincide con un día de niebla, el ambiente será inolvidable. El moho verde que recubre la superficie de las rocas logrará que el visitante se sienta dentro del escenario de un cuento. Y hablando de escenario, el visitante conocerá a través de diversos paneles informativos que fue la localización de alguna de las escenas de la serie "House of the dragon".
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