La capital de Irlanda del Norte
Cuando muchos escuchan nombrar la ciudad de Belfast, sobre todo si ya tienen cierta edad, la asocian su nombre con el dramático terrorismo del IRA. Desde 1968 hasta el 10 de abril de 1998, fecha en que se firmó el Acuerdo de Viernes Santo, Irlanda del Norte en general y Belfast en particular, un día sí y otro también, ocupaban un puesto relevante en las cabeceras de los noticiarios. Quizá por ello todavía existen ciertos recelos a la hora de viajar a esta ciudad británica.
Belfast, pese a que todavía está reciente su sangriento pasado, es hoy día una ciudad amable y muy recomendable para visitar. Dejando atrás los ecos del conflicto entre los católicos republicanos y los protestantes unionistas, son varios los atractivos por los que bien merece la pena un viaje. De entre todos esos motivos, señalamos a continuación los lugares más destacados.
Lugares más destacados de Belfast
1.- Castillo de Belfast. Aunque está situada a la afueras de la ciudad, colocamos este palacio, pues más parece un palacio que un castillo, en primer lugar. Fue ordenado construir en 1860 por el marqués de Donegal ocupando un espacio privilegiado en el Parque Natural de Cave Hill. Desde sus jardines se obtienen una excelentes panorámicas de la ciudad de Belfast.
2.- Ayuntamiento. Otro lugar destacado de la capital de Irlanda del Norte es el edificio del Ayuntamiento. Se trata de un monumental edificio de porte clasicista que merece la pena ser visitado. Además de su enorme cúpula central, en algunas de sus salas es posible conocer un poco más de la historia de la ciudad y del país.
3.- Mercado de St. George. También en Belfast, como en otras muchas ciudades del mundo, el mercado ha sabido reinventarse de tal moco que por sus pasillos se encuentran a partes iguales clientes de los diferentes puestos y turistas en quienes algunos comerciantes han visto como potenciales clientes. El resultado son las tiendas de souvenirs en que se han convertido algunos puestos del mercado.
4.- Centro interactivo del Titanic. La trágica historia del Titanic ha dado lugar a mucha literatura y alguna que otra película entra las que destaca la protagonizada por Brad Pitt. Belfast, ciudad en cuyos astilleros se construyó el legendario barco tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de explotar turísticamente su memoria. Construido en el mismo lugar en el que se montó el buque, este museo ha sido galardonado con los premios World Travel Awards.
5.- Catedral de Santa Ana. Este templo se construyó a principios del siglo XX y aunque desde la perspectiva arquitectónica no es relevante sí ofrece una curiosidad. Es el único templo que es utilizado por dos diócesis diferentes. Una protestante y la otra católica. A principios del presente siglo se colocó sobre ella una espiral metálica que se ilumina por la noche. Es la llamada Espiral de la Esperanza.
6.- Torre del Reloj Albert Memorial. Esta torre es uno de los monumentos más destacados de Belfast. Se construyo entre 1865 y 1870. Tiene una altura de 34 metro y se construyó en honor del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria. Se cimentó en terrenos ganados al río, por lo que la inestabilidad del terreno ha provocado cierta inclinación. También sufrió daños por una bomba colocada por el IRA en 1992 es sus proximidades.
7.- Los murales. Otra seña de identidad de Belfast son los murales que en diferentes lugares de la ciudad decoran las fachadas de algunos edificios. Algunos de estos murales todavía poseen ciertas connotaciones políticas.
8.- Taxis negros. Los taxis negros no son un lugar propiamente dicho, pero si deben ser mencionados aquí. Estos típicos vehículos son conducidos por expertos guías en transmitir a los turistas información precisa de la ciudad y de los rincones que recorren.
Si la visita a Belfast se queda corta, otros lugares destacados de Irlanda del Norte son La calzada del Gigante, en torno a la que tantas leyendas se han escrito, la ciudad de Londonderry/Derry, con su muralla muy bien conservada, el puente Carrick-a-rede, no apto para quienes padecen vértigo, o el castillo de Dunluce, cuyas ruinas se asoman a un imponente acantilado.
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