Una ciudad que se está abriendo al turismo
Sofía es la capital y la ciudad más grande de la nación balcánica de Bulgaria. Se encuentra situada al oeste del país, bajo la mirada de la montaña Vitosha al sur, el monte Lyulin al oeste y los espectaculares Balcanes al norte. Sofía está rodeada de leyendas y siglos de historia. En ella conviven en armonía diferentes templos religiosos: templos ortodoxas, catedrales católicas, mezquitas musulmanas y sinagogas hebreas. Es además una ciudad llena de vida que despierta al turismo.
Sofía posee numerosas templos religiosos de diferentes religiones. Todos ellos son igual de espectaculares. Los más representativos de la ciudad son:
La Catedral Alexander Nevski es uno de los monumentos más famosos de la ciudad. Fue construida entre 1904 y 1912 por el arquitecto ruso Pomerantsev con la ayuda de arquitectos de diversas nacionalidades. Posee una impresionante cúpula y un tejado dorado. En el interior la decoración de sus muros, mosaicos y lámparas no dejan indiferente al visitante.
La iglesia de Santa Sofía se encuentra a pocos metros de la catedral. Fue construida en ladrillo rojo y tiene planta de cruz griega. La iglesia está decorada con frescos y mosaicos romanos de los siglos III y IV. Junto a la iglesia se encuentra la tumba al soldado desconocido con una llama eterna que honra a los caídos en la Primera Guerra Mundial.
La catedral de Sveta Nedelya es un templo católico que fue destruido tras un acto terrorista. Posee una enorme cúpula y numerosos frescos y adornos dorados por toda la catedral.
La mezquita Banya Bashi es en la actualidad la única mezquita histórica que sigue abierta al culto islámico. La forma de la planta es octogonal y posee una cúpula de 15 metros de diámetro. También se puede visitar siempre que la vestimenta sea la adecuada. Se debe entrar descalzo y las mujeres con velo.
La sinagoga de Sofía. Se encuentra enfrente del Mercado Central y es el único lugar de culto de la ciudad para los judíos. En su interior destaca su decoración con mármoles y mosaicos venecianos.
La iglesia rusa de San Nicolás fue construida tras la liberación de Bulgaria. Se terminó en 1914 y su objetivo es ser la iglesia oficial de la comunidad rusa en Sofía. Su interior destaca por una bonita decoración dorada y en el exterior posee cinco cúpulas revestidas de oro. Se puede bajar a su cripta a dejar cartas en la tumba del arzobispo Serafín rogando por su bendición.
La iglesia de Sveti Georgi está considerado como el edificio más antiguo de Sofía. Se levantó durante el imperio romano en el siglo IV y fue construida en ladrillo rojo. Se encuentra situada en un patio rodeada por edificios modernos. En su interior hay una representación del Cristo Pantocrátor en la cúpula y en el exterior se pueden observar restos romanos de termas.
Pero Sofía no es solo interesante por sus numerosos y variados templos. La ciudad también se debe recorrer tranquilamente. Algunos de los lugares que se deben visitar son:
Ploshtad nezavisimost o Plaza de la Independencia. Esta plaza se encuentra en la parada del metro Serdica. En torno a ella se levantan los edificios más importantes de la época soviética. En la plaza también se encuentra la estatua de Sofía, venerada por la iglesia ortodoxa, hecha de bronce y cobre y es la patrona de la ciudad.
Los yacimientos de Serdica se pueden ver desde la parada de metro de Serdica. Albergan una inmensa cantidad de ruinas de la antigua ciudad romana de Serdica. Se pueden recorrer e imaginarse las viviendas o baños de aquella antigua ciudad.
El mercado Central de Sofía también invita a hacer un alto en el camino así como el teatro nacional Ivan Vazov, de estilo neoclásico que es el teatro más antiguo de Bulgaria. La fachada de este teatro es preciosa. Los colores rojo y blanco son los protagonistas y se encuentra orientada a unos jardines con unas bonitas fuentes. También El Palacio de justicia, el Palacio Nacional de Cultura, de la era comunista, son otros tantos monumentos representativos de esta histórica ciudad y se deben fotografiar.
Otro imprescindible de Sofía es pasear por su arteria principal. El bulevar Vitosha está lleno de tiendas, restaurantes y bonitas cafeterías donde descansar y tomar algo. Es una calle muy animada, de unos 2,5 kilómetros en la que se puede conseguir la moneda local a buen precio.
Si se dispone de tiempo se debe realizar una excursión a la iglesia Bayona, iglesia ortodoxa búlgara, y al Monasterio de Rila, espectacular conjunto monacal ortodoxo. Es muy fácil concertar un tour para todo el día y disfrutar de estos monumentos declarados, ambos dos, Patrimonio de la Humanidad y que son realmente impresionantes.
Sofía es una ciudad llena de historia fruto de las muchas civilizaciones que se han asentado en su actual emplazamiento. Por todo ello, además de ser bastante económica, bien merece una visita. Sin duda, te sorprenderá.
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