El más grande de Italia
Son muchos los pueblos interesantes que se pueden visitar
rodeando el Lago Garda. Sirmione en el sur es, sin duda, uno de los pueblos con más encanto de la ribera del lago Garda. Sus callejuelas, su fortaleza medieval…, sin duda un pueblo de cuento. Pero no es el único. Junto a las aguas del lago también se encuentran pueblos como Malcesine con unos preciosos paisajes, Desenzano del Garda con sus casas porticadas, Riva del Garda,
encajado entre los Alpes. Limone, Bardolino o Peschiera del Garda son otras tantas poblaciones en las que merece la penar detenerse y callejear.
El lago Garda también ofrece rutas de senderismo de diferente dificultad para disfrutar de bellos paisajes mientras se hace ejercicio, o de playas de aguas cristalinas donde es posible darse un relajante baño. Son numerosas las playa en las que se concentran los bañistas para tomar el sol.
Hasta el lago se puede llegar en coche, autobús o tren desde algunas de las ciudades más próximas como Milán o Verona. Una vez se esté en el Lago también es posible moverse de un pueblo a otro en uno de los transbordadores que surcan sus aguas y que son bastantes económicos.
El lago Garda es un lugar con un gran encanto que ofrece un sinfín de alternativas diferentes y es ideal visitarlo en cualquier estación del año. Pero es durante el estío cuando más personas se dirigen hasta este bello y refrescante rincón del norte de Italia.
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