De origen templario
La localidad de Tomar es una pequeña ciudad portuguesa con un gran patrimonio cultural e histórico. Se encuentra situada en el distrito de Santarém, en la región central de Portugal, a orillas del río Nabao. Esta ciudad, de unos 40000 habitantes, está considerada la ciudad de los templarios más importante de todo el país.
Entre los mayores atractivos de esta ciudad se encuentra el Castelo de Tomar. Dentro se encuentra el Convento de Cristo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. Es una verdadera maravilla y suficiente razón para visitar Tomar.
El castillo fue construido en 1170 para proteger la ciudad de Coimbra, que era entonces la capital del reino de Portugal. En las ruinas aún se pueden apreciar las almenas restauradas y unos preciosos jardines. El castillo más tarde serviría como protección al Convento de Cristo, que fue construido en sus terrenos.
El Convento de Cristo es, sin duda, el edificio más impresionante que posee la ciudad. Fue fundado por Gualdim Pais, gran maestre de los Templarios y de sus sucesores. Al desaparecer la orden de los Templarios el Rey de Portugal fundó una nueva orden militar: la Milicia de los Caballeros de Cristo o la Orden del Cristo. De ahí proviene el nombre del Convento de Cristo.
La construcción del Convento se prolongó desde el siglo XII al XVII y mezcla diferentes estilos. De esta espectacular construcción se pueden apreciar estilos tanto románico como gótico, manuelino y renacentista. Hay que destacar varios espacios dentro del convento.
La Charola dos Templarios fue construida en el siglo XII y posee un diseño circular que permitía a los caballeros acudir con sus caballos a misa. En el centro se encuentra un maravilloso altar gótico. La decoración, con pinturas de artistas portugueses y con tallas de madera policromada, son realmente espectaculares.
El claustro principal o Claustro dos Felipes fue construido en el siglo XVI y es de estilo renacentista . Está formado por dos pisos y la azotea. En la planta baja se pueden observar columnas toscanas y en la superior jónicas. El convento posee varios claustros más en los que recrearse. El de Santa Bárbara, el de la Hospedería donde se alojaban los visitantes que pedían cobijo en el convento, o el claustro de Micha son algunos de los claustros que posee el convento. También se pueden visitar algunas estancias como los dormitorios, el refectorio o la cocina.
La ventana manuelina de la Sala Capitular es uno de los elementos más conocido del Convento de Cristo. Fue construida en el siglo XV. La ventana se encuentra amarrada con unos cabos a dos torretas, trepa a lo largo de dos mástiles y está decorada con motivos vegetales marinos. En lo alto de la ventana se alza la cruz de los templarios. Es realmente espectacular.
Aunque el Convento de Cristo es, sin duda, el principal monumento de Tomar y es un lugar lleno de historia, la ciudad también merece un paseo por sus calles medievales para admirar sus bonitas iglesias y sus casitas tradicionales. En el centro histórico se encuentra la iglesia de Sao Joao Baptista y la preciosa Praça da Republica.
Tomar puede visitarse en un día pero si se dispone de más tiempo desde ella se pueden realizar excursiones para visitar ciudades cercanas como Fátima, Nazaret, Alcobaça o Batalha.
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