Situado en el Camino Francés
El Camino de Santiago entra a Villafranca del Bierzo por el Noreste, junto a la ya citada iglesia de Santiago. Enseguida se encuentra con el castillo palacio de los Marqueses de Villafranca, de planta cuadrangular y con cuatro torres circulares en las esquinas. La vertiente de sus tejados de pizarra ofrecen una estampa singular y propia de estas tierras leonesas. El castillo es de propiedad privada, pero algunas dependencias se pueden visitar.
Continúa el Camino por la calle del Agua, la más pintoresca de la localidad. Las construcciones nobiliarias y blasonadas le dan cierto aire medieval a la calle del Agua. Los peregrinos abandonan la ciudad por el Suroeste, cruzando el río Burbia por el puente medieval. La escultura de un peregrino les dará la despedida.
Decíamos más arriba que el patrimonio arquitectónico de Villafranca del Bierzo también denotaba la influencia del ruta Compostelana en la localidad. Eso es así por el gran número de edificios religiosos. Entre ellos destaca la colegiata de Santa María, de estilo gótico tardío con elementos renacentistas e incluso barrocos. Otras iglesias son las de san Nicolás el Real, que formaba parte del colegio de los Jesuitas, y la iglesia de san Francisco, que posee un artesonado de grandes dimensiones. También de índole religiosa son las construcciones de los conventos de san José, el de la Concepción y el monasterio de la Anunciada.
También merece la pena destacar en Villafranca su Plaza Mayor, centro neurálgico de la ciudad. En ella abren sus puertas, además del Ayuntamiento de la localidad, varios bares, restaurantes y hoteles en los que disfrutar del merecido descanso, ya se visite la ciudad como peregrino, o simplemente como turista.
Un descanso más relajante se puede obtener en el jardín de la Alameda. Sorprende la presencia de un jardín romántico en una localidad de estas dimensiones. Los orígenes de este jardín hay que buscarlos en el siglo XIX.
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