Lo más interesante de Herrera del Duque

Centro de la Siberia Extremeña

La localidad de Herrera del Duque se enclava al noreste de la provincia de Badajoz, ocupando el territorio más oriental de la Comunidad de Extremadura. Es el núcleo de población más interesante de la Siberia Extremeña, una comarca de especial belleza. Una visita a esta localidad sorprenderá al viajero por su riqueza natural y su patrimonio artístico.

Para conocer los orígenes de Herrera del Duque hay que remontarse a la Edad Media. Tras la reconquista, la localidad estuvo bajo el paraguas de la Orden de Alcántara. Posteriormente perteneció a diferentes casas nobiliarias. Entre ellas hay que señalar que fue un feudo de los duques de Osuna, a lo cual, según los historiadores, se debe su actual nombre.

Herrera del Duque, Badajoz, qué ver

El lugar más interesante de Herrera del Duque es su porticada Plaza Mayor, en torno a la cual se articulan las calles del pueblo. Las casas encaladas que la bordean, con sus arcadas de medio punto para sostener los pórticos y su interesante rejería dotan de gran homogeneidad al recinto. Otro elemento a destacar de esta plaza es la fuente ochavada del siglo XVIII construida con jaspe negro.

La construcción más monumental de Herrera del Duque es, como es habitual en la mayoría de los pueblos, su iglesia parroquial, abierta bajo la advocación de San Juan Bautista. Su fábrica es modesta y llaman la atención algunos contrafuertes cilíndricos. Un elemento constructivo tan singular que parece más propio de una construcción defensiva que de un templo religiosos.

Herrera del Duque, Badajoz, qué ver

Más grandioso debió ser en sus días de esplendor el Convento Franciscano de San Jerónimo, del S. XVI, fundado, según se puede leer en la cartelería, por Antonio de Sotomayor. No obstante, el estado de conservación es paupérrimo. Pero está siendo rehabilitado para albergar una hospedería. Es de suponer que, una vez concluido el proyecto, el Convento de San Jerónimo brillará como lo hizo antaño.

Pero más allá de este o aquel edificio, el verdadero encanto de Herrera del Duque se encuentra al callejear por sus calles adoquinadas. Casas blancas con rejas de forja configuran un irregular entramado urbano por el que pasear sin rumbo y sin prisa. Y dominando todo, en la cúspide de un otero, las ruinas del viejo castillo.

Herrera del Duque, Badajoz, qué ver

A un kilómetro y medio de Herrera del Duque debe visitarse el Puente Medieval, conocido popularmente como Puente Viejo. Sus ocho arcos de medio punto sirven para salvar el cauce del arroyo Pelochejo. El entorno sobre el que se asienta no está exento de gran encanto. Un poco más lejos, a algo más de cuatro kilómetros del centro de la población, se encuentra la Ermita de la Consolación. Esta ermita acoge una talla de la virgen del siglo XV, muy venerada entre los herrereños. El ocho de septiembre se celebra en torno a dicha ermita una populosa romería.

Herrera del Duque, como se dijo anteriormente, está situada en el centro de la Siberia Extremeña. Su entorno se caracteriza por una variada fauna y flora abastecida por numerosos manantiales. De hecho Nestlé posee en su término municipal una planta embotelladora de agua. Este entorno natural es ideal para practicar actividades al aire libre como senderismo, bicicleta o simplemente disfrutar de las vistas que ofrecen diversos miradores.

Una curiosidad a destacar es que, si bien Herrera del Duque pertenece a la provincia de Badajoz, hay cuatro capitales de provincia que están más cerca que la suya propia. A saber: Cáceres, Córdoba, Ciudad Real y Toledo se encuentran a menor distancia de Herrera del Duque que la propia Badajoz. De hecho, eclesiásticamente el Arciprestazgo de Herrera del Duque pertenece a la Archidiócesis de Toledo. Pero más allá de estas anécdotas, los herrereños son extremeños. Y muy extremeños.

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