Un humedal en medio de La Mancha
Para conocer este Parque Nacional lo más aconsejable es dirigirse al Centro de Interpretación de Las Tablas de Daimiel. Desde allí salen tres rutas señalizadas por colores diferentes. Es muy sencillo seguir el trazado de cada una de ellas sin perderse. Además, la dificultad de cada una de ellas es baja. En el mismo centro de interpretación facilitan un mapa que ayudan a seguir, sin perderse, cada uno de estos itinerarios.
La primera de las rutas es el Itinerario de la Isla del Pan, identificado por el color amarillo. Se trata de un sendero circular de uno 2500 metros. Este camino es el más representativo del parque, por lo que si no se pueden recorrer todos y hay que decantarse por alguno debe de ser este. A través de un sistema de pasarelas de madera que unen varias islas, los visitantes pueden conocer algunos de los paisajes más representativos del Parque. Una parada obligada de este sendero es la que hay que hacer en la Laguna de Aclimatación en la que, desde un refugio camuflado, se puede observar varias aves.
El Itinerario de la Laguna Permanente, identificado con el color rojo, tiene una longitud de 1600 metros y se sitúa a la izquierda del anterior. En su recorrido el visitante puede detenerse en cualquiera de los cuatro observatorios desde los que se obtienen diversas panorámicas del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Según la época de año en la que se realice la visita, se pueden observar numerosas bandadas de aves.