Además de ser un paraíso para los esquiadores durante el invierno.
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Iglesis del románico andorrano. |
Hablar de Andorra es pensar inevitablemente en la práctica de deportes de invierno asociados a la nieve. No en balde, este pequeño país de los pirineos tiene como principal industria el turismo, siendo su temporada alta el invierno, cuando las estaciones de esquí, y las cumbres que las rodean, se visten de blanco. Un un fabuloso atractivo al que los adictos al esquí difícilmente pueden renunciar. Pero este principado posee otros muchos atractivos, algunos de los cuales desgranaremos en este artículo, por los que bien podemos afirmar que este pequeño estado también es para el verano.