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A ritmo de laúdes y zanfoñas en El Cafetón de Avilés

Melodías medievales con sabor a sidriña.

El Cafetón, Avilés.
De mi último viaje a la ciudad asturiana de Avilés guardo un grato recuerdo. Era la hora esa en la que, entre bocado y bocado, uno hace la transición de la sidriña a las copas. En esas andábamos nosotros cuando decidimos ir a tomar una toste a un local del que guardábamos muy buen recuerdo de nuestro anterior viaje a esta ciudad. Se trata del bar El Cafetón, situado en una de esas callejas empedradas del precioso casco antiguo (calle del sol nº 8). El Cafetón es un bar de no muy amplias dimensiones pero en el que los expositores de la barra ofrecen tales viandas que abren el apetito del más anémico de los mortales.

Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer

El icono más moderno de Avilés.

Detalle del Centro Niemeyer.
Todo comenzó en el año 1989. Fue entonces cuando el prestigioso arquitecto brasileño, Óscar Niemeyer, cuya obra más importante era la ciudad de Brasilia, recibió el premio Príncipe de Asturias de las Artes. Comenzó entonces una relación entre el arquitecto y este  hermoso rincón de España que posteriormente, con motivo de la celebración del 25 aniversario de los premios, se vio materializado con la donación al principado del proyecto de este espacio cultural. Pero habría que esperar al 26 de abril de 2011 para ver inaugurado este impresionante proyecto urbanístico que se ha convertido en uno de los iconos, no solo de la ciudad de Avilés, sino también de Asturias. Un espacio de obligada visita en una ciudad cuyo casco histórico, pese a los muchos prejuicios que todavía la rodean, se me antoja calificar como uno de los más interesantes del norte de la península.

Villa de Avilés, Asturias.

Un casco histórico que sorprenderá.

Ayuntamiento de Avilés, Asturias.
Aquellas personas que no hayan tenido la oportunidad de visitar durante estos últimos años la ciudad asturiana de Avilés, a buen seguro que tendrán la cabeza llena de prejuicios negativos hacia ella. Tal vez se la imaginan como una ciudad altamente industrializada en la que las chimeneas humeantes son su principal seña de identidad. Pues bien, se mentiría si aquí se dijera que no es una ciudad industrial, o que las altas chimeneas no forman parte de su  horizonte. Pero también estarán muy equivocados quienes consideran que esa es la estampa más característica de la ciudad. Un simple paseo por su casco histórico servirá para cambiar el concepto erróneo que de ella se pueda tener.