Una experiencia única.
Mucho se ha dicho y escrito de la ciudad de Cádiz, y todo, o casi todo, bueno. Tal es así que es considerada una de las ciudades más hermosas de España. En cambio, de la tacita de plata, bella descripción que, de tanto repetirse, se ha convertido en todo un leimotiv, no se puede destacar la grandeza de este o aquel monumento. Es necesario valorar el conjunto, el color, el ambiente y quizá, por encima de todo, la idiosincrasia tan peculiar de sus gentes. Una forma de ser que alcanza su máxima expresión durante las fiestas de carnaval.